Entradas populares

Datos curiosos

Mi foto
Ivan Cortes professionals studied acting at the University Center Theater, UNAM He has worked in film, theater and television in various projects with some of the most important directors in Mexico. Ariel Award nominee granted by the Mexican Academy of Motion Picture Arts and Sciences in 2010 by Backyard. With his project: "The Structure of spontaneity" was awarded the scholarship stage creators in Specialty: Actors Film and Video 2011-2012 issued by the FONCA in Mexico. In 2012 he was part of the Talent Campus Guadalajara FICG, as one of the emerging talents in the region of Mexico, Central America and the Caribbean. "The Eye of CreAcción" born during this stage research process.

sábado, 23 de junio de 2012

Humberto Busto: los diferentes rostros del creador






Actor, Director, Productor.  Ciudad de Puebla, México.



Humberto Busto actualmente graba la segunda temporada de Los Héroes del Norte.

Cuando uno ha tenido la oportunidad de admirar el trabajo de Humberto Busto, sin duda el primer pensamiento que viene a la mente es que el límite de este talentoso actor mexicano pareciera no existir. Formado en las aulas del Centro Universitario de Teatro, es de los pocos creadores que ha podido romper con los estigmas de las etiquetas, al poder combinar exitosamente su trabajo tanto en cine, teatro y televisión. Merecedor del premio Diosa de Plata por su trabajo en la cinta Morirse en Domingo (Daniel Gruener, 2006), su vasta filmografía incluye títulos como Abolición de la Propiedad (Jesús Magaña, 2011), Depositarios (Rodrigo Ordoñez, 2010), Niñas Mal (Fernando Sariñana, 2007), hasta llegar a la mítica Amores Perros (Alejandro Gonzáles Inárritu, 2000), entre otros. De mirada curiosa e intensa, de pensamientos pausados, sensibles y profundos, de personalidad provocadora y líder; con una sonrisa luminosa, Humberto compartió una pausa en su vida para contarnos mediante sus palabras sobre sus pasos en el set; esas huellas que lo han llevado a levantar su primer cortometraje como director: Hasta la Ciruela Pasa (Humberto Busto,2012). Conozcamos pues a estos pies inquietos, pies que lo han llevado a habitar sus sueños, a construir nuevos anhelos.

- ¿Por qué quisiste ser actor?

Siento que el primer impulso estuvo  motivado por la enorme necesidad  de protección frente a la amenaza que representaba el exterior en mi vida. Desde niño fui un ser sumamente contrariado  y sensible.  El escenario me hacía suponer que existía un espacio sagrado, intocable, donde podía ser yo mismo siendo otros. Ahí descubrí el enorme potencial imaginativo de la creación y una vez tomada la terapia post adolescente indicada, pude reconectar con la capacidad lúdica y el intercambio de conciencia que se genera al contar una historia.  Desde entonces no he encontrado otra forma mejor de  hacerlo y de seguir conociendo el mundo.

- Conozco que estudiaste en el CUT, ¿Cómo se da tu acercamiento al cine?

Yo estaba estudiando el segundo año de la carrera de Actuación cuando Manuel Teil -director de casting- fue a la escuela buscando nuevos actores para la película Amores Perros. Tuve oportunidad de hacer mi primer casting en esas condiciones y fue una sorpresa enorme el haberme  quedado con un personaje importante en  esa historia. Me enamoré de la maquinaria de hacer cine, su complejidad, su aventura, su desazón, su dificultad. Sentí que había muchas cosas que aprender sobre ello y desde entonces representa el punto medular de mi entretenimiento, de mi esfuerzo.  Soy un cinéfilo absoluto, desde las rarezas más underground hasta las películas más reconocidas comercialmente (aunque siendo sincero, cada vez veo menos de éstas y me inclino infinitamente más por el cine autoral de cualquier parte del mundo).


- ¿Fue  fácil dada tu formación teatral entender los procesos de trabajo de un rodaje? 

Todo fue un proceso sumamente intuitivo, natural. Alejandro González Iñárritu (Biutiful, 2010), es un muy buen orquestador de actores. Había una confianza implícita desde los ensayos que me hacían suponer que estaba siendo guiado por un camino placentero y honesto. Más tarde, al salir de la escuela y entender muchas más cosas sobre  el cine,  comenzó la reflexión sobre el trabajo actoral en los distintos medios. Y me gusta procurar tener su entendimiento por separado. Aunque partes del mismo punto (ser verdadero en cualquier lugar, género o medio), cada día vas descubriendo que su forma de manifestarse requiere distintos niveles energéticos y estructuras específicas para su construcción. El rompecabezas del cine me parece fascinante. Desde niño siempre he sido fan de los rompecabezas...


- Y de acuerdo a tu experiencia. ¿Qué necesita un actor a nivel de entrenamiento  para que pueda hacer cine? 

Aprender a escuchar. Definitivo.  Estamos muy mal acostumbrados a pensar que la actuación es un proceso que se consigue individualmente. Y eso es un error. La ficción se construye gracias a que el OTRO existe frente a nosotros. Cuando realmente logras escuchar (no sólo al otro, sino a los pensamientos, impulsos y temores de tu personaje, de su entorno) has recorrido más de la mitad del camino. Aprender a escuchar y observar es el mayor acto revolucionario y el mejor impulso para ser verdadero.


Depositarios, 2010.

- ¿Para ti, la manera en que se construye y se entiende a la ficción en cine, dista mucho de cómo se construye en el teatro?

En el teatro la mayor responsabilidad está en tu desempeño. Una vez realizado el montaje, el actor  se convierte en el dueño de la escena. Habrá un director que guiará ese camino (de forma más radical que otros, dependiendo de lo que les interese), pero el que está arriba surfeando es uno. En cambio, el cine depende de tantos y tantos elementos a tu alrededor (incluso desde antes o hasta muchos meses después de haber concluido tu participación) que tienes que ser muy consciente de la parte del organigrama que te corresponde y aventarte al ruedo en cada milésima de tiempo frente al lente porque lo demás definitivamente no está en tus manos.                                                                  
- ¿Cómo definirías la experiencia de estar en una filmación?

Para mí es meterse a una oleada imposible de detener, sobre todo cuando tienes oportunidad de hacer personajes protagónicos. Toda tu vida se convierte en esa vida. Sueñas, comes, cagas, lees, vives de esa coordenada. Y me encanta que sea así: un proceso inevitable en donde por más trabajo que hagas de preparación, siempre habrá un espacio infinito de riesgo y sorpresa. Creo que es como saltar del bungee...   


 - ¿Cuál es él o los personajes que han marcado tu manera de entender la ficción?

Carlos de Morirse en Domingo (2006), porque fue la primera vez que tuve la oportunidad de crear una partitura completa de acción y además, aprendí mucho de la experiencia de Maya Zapata y Silverio Palacios. Por otro lado, el personaje de Manuela (Manuela y Manuel, Raúl Marchand Sánchez, 2007)  en una película portorriqueña que filmé, me llevó a un extremo tal de transformación que me obligó a cuestionarme mi ser como unidad femenina/masculina indisoluble; me hizo ser más libre y mejor persona. Ahora  que tengo la oportunidad de hacer televisión en Los Héroes del Norte (Gustavo Loza, 2010), también me llevé una buena sorpresa que me ha marcado: la urgencia en recuperar la capacidad lúdica que te caracteriza cuando vas empezando y que con el correr de los años pareciera por momentos perderse en una sobreintelectualización constante que no me ayuda en muchos casos (aunque en otros me haya salvado el pellejo).





- ¿Qué encuentras en un proyecto para que te interese estar en él?

Son varias razones: a veces es querer trabajar con un determinado director, otras veces el personaje te atrapa y es imposible desengancharse de él desde la primera lectura, otras lo hago por el tema que supone la película y la oportunidad que quiera tener de indagar sobre él. Aunque por lo general,  decido mucho a partir del proyecto anterior. Me gusta cambiar de dirección constantemente y que un personaje no se parezca al siguiente. Procuro buscar los extremos y lo pido muy encarecidamente al Universo para que me acerque  a las coordenadas adecuadas en el tiempo perfecto. Eso a veces significa tener mucha paciencia, pero afortunadamente  el Universo siempre acaba escuchando. 
                       



- Tienes algún tipo de preparación antes tirar una toma ¿qué pasa por tu mente cuándo escuchas el 1, 2, 3 acción?

La motivación del personaje. Eso es lo principal. Si no lo tengo claro entonces estoy en problemas y procuro tratar de asimilarlo con el director antes del Acción. También el siempre tener presente cuál es el mayor temor del personaje y la enorme necesidad que se desprende de ello en cada pedazo de ese rompecabezas.      



               
- ¿Qué opinas sobre la improvisación, crees que ayude o sea un gran riesgo para un actor el que haga uso de este recurso? 

Depende del proyecto. Si algún día tengo la enorme fortuna de trabajar con los hermanos Coen, por ejemplo, sé que cada sonido gutural o cada pausa estará indicada en el libreto y el placer será el darle vida a una estructura tan bien organizada. Pero he tenido oportunidad también de improvisar en otros proyectos y lo disfruto mucho. Ahí le doy cabida a  mi ser escritor, que siempre busca por donde colarse (risas)



- Se que levantaste un proyecto de cortometraje titulado HASTA LA CIRUELA PASA ¿cómo fue esta experiencia, qué te motivo para realizarlo?

Pienso que el cine es una ventana para compartir un punto de vista. Soy muy feliz de ser invitado a proyectos que resuenan en mi alma, pero hay otras historias que quizá por mi aspecto físico o algún otro impedimento, no pueda realizar. Y no me pienso quedar con las ganas de hacerlos. Porque amo el cine y soy de los que disfrutan con la ya casi utópica idea de que la creación es un fenómeno de transmutación radiante. En el caso de HASTA LA CIRUELA PASA, tenía dos fenómenos en mi vida que quería retratar y reflexionar: Por un lado, mi mejor amiga murió intempestivamente quedando unas pocas horas en coma antes de su desvanecimiento final y me preguntaba desde hace mucho tiempo, qué pudo haber pasado adentro de sí misma mientras estaba muerta sin estarlo realmente. Y por otro lado, mi abuela empezó a tener procesos incipientes de Alzheimer lo cual me hacía reflexionar sobre los mecanismos tan sutiles que se viven en la memoria. Y siempre quise hacer algún proyecto relacionado con la Poética del espacio de Gastón Bachelard (que nuestra querida Esther Seligson nos dio a conocer en el CUT), y los engranajes de proyección que establecemos sin darnos cuenta. Puse todo esto en la licuadora y decidí hacerle un homenaje a la Muerte de forma creativa. Mi punto de vista es que todo a final de cuentas siempre regresa al camino que la Naturaleza ha planteado.  Trabajé el guión durante muchos meses y me propuse el objetivo de que no tuviera ningún diálogo, para seguir aprendiendo realmente de la semiótica de la imagen. Fue un proceso largo, pero ahora estoy muy contento con el resultado y con la oportunidad de presentarlo en pantalla grande. Lloré cuando vi por primera vez esas imágenes proyectadas. Creo que ha sido uno de los momentos más chingones en mi vida.
                         

- ¿Y en este momento cuáles son tus sueños profesionalmente hablando?

Tengo muchas ganas de levantar uno de los dos proyectos de largometraje que vengo trabajando y espero hacerlo pronto. También tengo ganas de irme un rato al extranjero a escribir y estudiar ( asunto que he pospuesto ya varias veces y que ahora sí me está quemando las habas..).  Y sobretodo, conectar con directores latinoamericanos con los que tenga un lenguaje en común, seguir explorando la organicidad en el cine hasta realmente sentir que he logrado un personaje verdadero, complejo y orgánico del que me siente profundamente orgulloso. Una película con un director sensible, inteligente, en donde tenga oportunidad de ir por terrenos actorales hasta ahora desconocidos para mí. 

                      
- ¿Cómo definirías a la cinematografía mexicana contemporánea?

Absolutamente ecléctica y fascinante. La creación no para. Lo único que lamento, al igual que todos los que nos dedicamos al cine en México, es  no lograr cambiar los sistemas de distribución y exhibición de películas. De nada sirve hacer mucho cine si nadie lo está viendo. Y eso me entristece. Pero siento que forma parte de este terrible mal que aqueja a las sociedades de hoy en día, donde lo más importante es la inmediatez y no la trascendencia. Pero seguiremos en la lucha.. 





                       
- Por último, ¿ser actor mexicano en el aquí y ahora, para ti significa?

 Significa tener un compromiso con el tiempo histórico que nos toca vivir. Saber que tu labor es incidir en la conciencia de la gente y estar consciente del enorme trabajo, de la responsabilidad que eso implica.  









    Ciudad de México, 20 de Junio de  2012 


No hay comentarios:

Publicar un comentario