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Ivan Cortes professionals studied acting at the University Center Theater, UNAM He has worked in film, theater and television in various projects with some of the most important directors in Mexico. Ariel Award nominee granted by the Mexican Academy of Motion Picture Arts and Sciences in 2010 by Backyard. With his project: "The Structure of spontaneity" was awarded the scholarship stage creators in Specialty: Actors Film and Video 2011-2012 issued by the FONCA in Mexico. In 2012 he was part of the Talent Campus Guadalajara FICG, as one of the emerging talents in the region of Mexico, Central America and the Caribbean. "The Eye of CreAcción" born during this stage research process.

sábado, 30 de junio de 2012

Syd Field: entendiendo al personaje desde el guión




 Guionista, Docente, Estados Unidos.


Foto Cortesía EFE.
Durante este proceso de trabajo, he revisado distintos materiales bibliográficos que me han ayudado a entender desde diferentes puntos de vista, el proceso de construcción de los personajes en cine. El siguiente texto es una reproducción del artículo escrito por Adán Zamarripa Salas para la Revista Estudios Cinematográficos (año 10, núm. 28) titulado “Métodos para  la creación de personajes”. Extraigo la parte dedicada a Syd Field  un reconocido guionista norteamericano quién además de ser profesor de guión en Harvard, es el autor del manual que utilizan más de 400 universidades en el mundo,  titulado: 'The Screenwriter's Workbook'. Su visión para entender el desarrollo de un personaje aunado a la claridad en cuanto a la estructura que conlleva el construir un carácter desde el guión, me hace pensar que el estudio de esta parte en su obra es indispensable para todo aquel actor que quiera profundizar en su trabajo frente a la cámara.

“ Syd Field analiza la creación del personaje desde el punto de vista de la personalidad y de la necesidad dramática que lo mueve. Es decir, el personaje debe de lograr un objetivo y tener ciertas características de personalidad que lo hacen lograrlo o no. Se puede mover en el ámbito de la acción física o de la acción emocional: lo importante es llegar al objetivo, cumplir con la necesidad dramática; es la heroicidad individual que puede o no afectar a una colectividad, y siempre será el logro del personaje principal el fin último de una película. Pero nunca en el terreno de una acción movida desde el ámbito social, como lo haría un personaje anclado en una realidad tangible. Es claro que esta metodología está formulada para crear personajes heroicos, más cercanos a la tragicomedia de aventuras y al melodrama que la cine de denuncia política o de retrato social.

Dentro de la propuesta hecha por Syd Field , él , la o los personajes, son la materia prima para formular una estructura dramática coherente y atractiva. La creación de un personaje es un proceso complejo y delicado. Éste debe adecuarse al género en el que  se está trabajando, procurando hacerlo interesante, con una personalidad compleja pero clara.
Todos los personajes deben contar con las características que a continuación se desglosan:

Vida interna y externa

Syd Field separa el proceso de creación del personaje dividiéndolo en dos categorías:

La interna que va desde el nacimiento del personaje  hasta el momento en que inicia la película; y la externa, que va del inicio hasta el final de la película. La  vida interna moldea el carácter del personaje y la externa lo define.

Una manera de descubrir la vida interna de nuestros personajes es crear, bajo el sistema de escritura automática (aquella que brota del pensamiento sin ningún control de la razón ni de la moral), su historia, dividiéndola en segmentos; uno a 10 años, 11 a 20, 21 a 30, etc. Bajo este sistema  se hará una descripción, tan detallada como el autor lo desee, sobre la psique y desarrollo social del personaje. ¿Cómo fue su infancia? ¿Era buen estudiante? ¿A qué edad fue su primer beso? ¿Cómo era la relación con sus padres? ¿Qué hábitos tiene? En fin, todo aquello que forma la personalidad y necesidad dramática del individuo. Syd Field dice que escribir es hacerse preguntas y encontrar respuestas. Es al construir a los personajes de la historia cuando más preguntas se plantean, así, cuando se llega al proceso del guión literario, se tiene claro cómo se mueve, cómo habla, cómo actúa, qué siente, por qué reacciona de cierta manera. Al conocer a fondo a los personajes no habrá duda de su forma de ser, de hablar y de actuar.

Interrelaciones

Referente a este aspecto, destaca:

Los personajes se moverán a lo largo del guión interrelacionándose con diversos elementos. Primero con las acciones, es decir, con los impedimentos físicos o psicológicos que se colocan en su camino para estorbar en el logro que se propone, o sea, alcanzar su necesidad dramática. En segundo lugar, interactúa con otros personajes y, por último, se enfrenta consigo mismo, por ejemplo, sobreponerse al miedo, reconocer sus sentimientos, controlar su ira, etc…

Diálogo

El diálogo es, quizá, la parte más difícil de construir en un guión. Por ello hay que tener claro que la palabra hablada es acción, y como toda acción debe estar allí para que la historia avance, ya sea poniendo en evidencia los conflictos entre personajes, mostrando estados de ánimo o ilustrando su personalidad y su carácter. Es, incluso, especialidad de algunos escritores que “dialogan” los guiones. La palabra hablada no debe ser explicativa ni contemplativa, debe hacer avanzar la acción, siempre aportará información que no puede ser expresada por medio de acciones físicas o actorales. Una mirada, un apretón de manos, un guiño, es más contundente que un personaje explicando verbalmente lo que siente o piensa. 

Punto de vista

Cada persona es única, y tiene una opinión acerca de los fenómenos sociales, políticos, culturales o religiosos. Esto se llama punto de vista, es nuestra forma de ver el mundo. Los personajes, con base en su vida externa, es decir, anterior al momento del inicio de la película, se formarán puntos de vista propios. Pueden tener ideas liberales o conservadoras acerca de la sexualidad, pueden creer en el socialismo o en el libre comercio, pueden negar a Dios o ser devotos. En fin, las posibilidades son muchas, pero deben ser congruentes con el personaje que se ha creado: difícilmente un ecologista podrá comer en un Mc Donalds, a menos que sea una comedia o una farsa, lo cual enfatiza la importancia de la definición del género dramático en el que se trabaja.

Personalidad

Desde su determinado punto de vista, cada personaje tendrá una actitud ante la vida que revelará su manera de ser, de pensar y de actuar. El personaje es alegre, inteligente, ingenioso, apático, hierático, sensible, autoritario o sin sentido del humor. Una persona se define por sus actos. La función del guionista es revelar aspectos del carácter del personaje al lector y al espectador. En su vida interna, o sea, ya dentro de la historia que estamos narrando, su actitud será definida por su motivación.

Motivación

Personaje es acción, acción es conflicto, conflicto son las situaciones que se interponen entre el personaje y su objetivo. El objetivo es la motivación del personaje; la motivación del personaje es lo que lo llevará, por medio de acciones, a lograr su objetivo, a satisfacer su necesidad dramática. El autor puede crear obstáculos para que no consiga lo que él desea y las acciones que realiza para vencer esos obstáculos formarán un relato. Sin una motivación no hay personaje.

Descripción

Es  el retrato físico del personaje. Alto, chaparro, de rasgos orientales, etc. No hay que olvidar que los defectos físicos son una herramienta para el escritor en la búsqueda de connotaciones que ayuden a formar la naturaleza del individuo.

Identificación

Los personajes deben ser verosímiles. Esto se logra cuando el espectador se identifica, de alguna manera, con el personaje principal. Se ha logrado el objetivo al momento de escuchar “Ese se parece a mí” o  “Así somos todos” Un personaje con el cual nadie en la audiencia  se siente identificado, será el protagonista de un seguro fracaso. Lograr la verosimilitud de los personajes está íntimamente ligado con el concepto de la identificación de Syd Field.

Un personaje verosímil es aquel que ha sido construido coherentemente, que sigue las acciones de su motivación, de su punto de vista, de su personalidad. Desde luego cada cultura, país y época tienen características sociales que imponen el carácter y proceder del personaje, pero lograr la identificación con el público redundará en lograr la verosimilitud del personaje.

Tener la imagen exacta del individuo a inventar hará más fluido su desarrollo dramático, sus diálogos serán más convincentes, así como sus actos más verosímiles, más allá del género dramático y cinematográfico con el que se  esté trabajando y del apego a la realidad que se desee imitar".


Ciudad de México, 30 de Junio 2012
 La Revista fue editada por el Centro Universitario de Estudios Cinematograficos, UNAM 2003.



NOTA: Syd Field falleció el 17 de Noviembre de 2013, en su residencia en los Estados Unidos.


sábado, 23 de junio de 2012

Humberto Busto: los diferentes rostros del creador






Actor, Director, Productor.  Ciudad de Puebla, México.



Humberto Busto actualmente graba la segunda temporada de Los Héroes del Norte.

Cuando uno ha tenido la oportunidad de admirar el trabajo de Humberto Busto, sin duda el primer pensamiento que viene a la mente es que el límite de este talentoso actor mexicano pareciera no existir. Formado en las aulas del Centro Universitario de Teatro, es de los pocos creadores que ha podido romper con los estigmas de las etiquetas, al poder combinar exitosamente su trabajo tanto en cine, teatro y televisión. Merecedor del premio Diosa de Plata por su trabajo en la cinta Morirse en Domingo (Daniel Gruener, 2006), su vasta filmografía incluye títulos como Abolición de la Propiedad (Jesús Magaña, 2011), Depositarios (Rodrigo Ordoñez, 2010), Niñas Mal (Fernando Sariñana, 2007), hasta llegar a la mítica Amores Perros (Alejandro Gonzáles Inárritu, 2000), entre otros. De mirada curiosa e intensa, de pensamientos pausados, sensibles y profundos, de personalidad provocadora y líder; con una sonrisa luminosa, Humberto compartió una pausa en su vida para contarnos mediante sus palabras sobre sus pasos en el set; esas huellas que lo han llevado a levantar su primer cortometraje como director: Hasta la Ciruela Pasa (Humberto Busto,2012). Conozcamos pues a estos pies inquietos, pies que lo han llevado a habitar sus sueños, a construir nuevos anhelos.

- ¿Por qué quisiste ser actor?

Siento que el primer impulso estuvo  motivado por la enorme necesidad  de protección frente a la amenaza que representaba el exterior en mi vida. Desde niño fui un ser sumamente contrariado  y sensible.  El escenario me hacía suponer que existía un espacio sagrado, intocable, donde podía ser yo mismo siendo otros. Ahí descubrí el enorme potencial imaginativo de la creación y una vez tomada la terapia post adolescente indicada, pude reconectar con la capacidad lúdica y el intercambio de conciencia que se genera al contar una historia.  Desde entonces no he encontrado otra forma mejor de  hacerlo y de seguir conociendo el mundo.

- Conozco que estudiaste en el CUT, ¿Cómo se da tu acercamiento al cine?

Yo estaba estudiando el segundo año de la carrera de Actuación cuando Manuel Teil -director de casting- fue a la escuela buscando nuevos actores para la película Amores Perros. Tuve oportunidad de hacer mi primer casting en esas condiciones y fue una sorpresa enorme el haberme  quedado con un personaje importante en  esa historia. Me enamoré de la maquinaria de hacer cine, su complejidad, su aventura, su desazón, su dificultad. Sentí que había muchas cosas que aprender sobre ello y desde entonces representa el punto medular de mi entretenimiento, de mi esfuerzo.  Soy un cinéfilo absoluto, desde las rarezas más underground hasta las películas más reconocidas comercialmente (aunque siendo sincero, cada vez veo menos de éstas y me inclino infinitamente más por el cine autoral de cualquier parte del mundo).


- ¿Fue  fácil dada tu formación teatral entender los procesos de trabajo de un rodaje? 

Todo fue un proceso sumamente intuitivo, natural. Alejandro González Iñárritu (Biutiful, 2010), es un muy buen orquestador de actores. Había una confianza implícita desde los ensayos que me hacían suponer que estaba siendo guiado por un camino placentero y honesto. Más tarde, al salir de la escuela y entender muchas más cosas sobre  el cine,  comenzó la reflexión sobre el trabajo actoral en los distintos medios. Y me gusta procurar tener su entendimiento por separado. Aunque partes del mismo punto (ser verdadero en cualquier lugar, género o medio), cada día vas descubriendo que su forma de manifestarse requiere distintos niveles energéticos y estructuras específicas para su construcción. El rompecabezas del cine me parece fascinante. Desde niño siempre he sido fan de los rompecabezas...


- Y de acuerdo a tu experiencia. ¿Qué necesita un actor a nivel de entrenamiento  para que pueda hacer cine? 

Aprender a escuchar. Definitivo.  Estamos muy mal acostumbrados a pensar que la actuación es un proceso que se consigue individualmente. Y eso es un error. La ficción se construye gracias a que el OTRO existe frente a nosotros. Cuando realmente logras escuchar (no sólo al otro, sino a los pensamientos, impulsos y temores de tu personaje, de su entorno) has recorrido más de la mitad del camino. Aprender a escuchar y observar es el mayor acto revolucionario y el mejor impulso para ser verdadero.


Depositarios, 2010.

- ¿Para ti, la manera en que se construye y se entiende a la ficción en cine, dista mucho de cómo se construye en el teatro?

En el teatro la mayor responsabilidad está en tu desempeño. Una vez realizado el montaje, el actor  se convierte en el dueño de la escena. Habrá un director que guiará ese camino (de forma más radical que otros, dependiendo de lo que les interese), pero el que está arriba surfeando es uno. En cambio, el cine depende de tantos y tantos elementos a tu alrededor (incluso desde antes o hasta muchos meses después de haber concluido tu participación) que tienes que ser muy consciente de la parte del organigrama que te corresponde y aventarte al ruedo en cada milésima de tiempo frente al lente porque lo demás definitivamente no está en tus manos.                                                                  
- ¿Cómo definirías la experiencia de estar en una filmación?

Para mí es meterse a una oleada imposible de detener, sobre todo cuando tienes oportunidad de hacer personajes protagónicos. Toda tu vida se convierte en esa vida. Sueñas, comes, cagas, lees, vives de esa coordenada. Y me encanta que sea así: un proceso inevitable en donde por más trabajo que hagas de preparación, siempre habrá un espacio infinito de riesgo y sorpresa. Creo que es como saltar del bungee...   


 - ¿Cuál es él o los personajes que han marcado tu manera de entender la ficción?

Carlos de Morirse en Domingo (2006), porque fue la primera vez que tuve la oportunidad de crear una partitura completa de acción y además, aprendí mucho de la experiencia de Maya Zapata y Silverio Palacios. Por otro lado, el personaje de Manuela (Manuela y Manuel, Raúl Marchand Sánchez, 2007)  en una película portorriqueña que filmé, me llevó a un extremo tal de transformación que me obligó a cuestionarme mi ser como unidad femenina/masculina indisoluble; me hizo ser más libre y mejor persona. Ahora  que tengo la oportunidad de hacer televisión en Los Héroes del Norte (Gustavo Loza, 2010), también me llevé una buena sorpresa que me ha marcado: la urgencia en recuperar la capacidad lúdica que te caracteriza cuando vas empezando y que con el correr de los años pareciera por momentos perderse en una sobreintelectualización constante que no me ayuda en muchos casos (aunque en otros me haya salvado el pellejo).





- ¿Qué encuentras en un proyecto para que te interese estar en él?

Son varias razones: a veces es querer trabajar con un determinado director, otras veces el personaje te atrapa y es imposible desengancharse de él desde la primera lectura, otras lo hago por el tema que supone la película y la oportunidad que quiera tener de indagar sobre él. Aunque por lo general,  decido mucho a partir del proyecto anterior. Me gusta cambiar de dirección constantemente y que un personaje no se parezca al siguiente. Procuro buscar los extremos y lo pido muy encarecidamente al Universo para que me acerque  a las coordenadas adecuadas en el tiempo perfecto. Eso a veces significa tener mucha paciencia, pero afortunadamente  el Universo siempre acaba escuchando. 
                       



- Tienes algún tipo de preparación antes tirar una toma ¿qué pasa por tu mente cuándo escuchas el 1, 2, 3 acción?

La motivación del personaje. Eso es lo principal. Si no lo tengo claro entonces estoy en problemas y procuro tratar de asimilarlo con el director antes del Acción. También el siempre tener presente cuál es el mayor temor del personaje y la enorme necesidad que se desprende de ello en cada pedazo de ese rompecabezas.      



               
- ¿Qué opinas sobre la improvisación, crees que ayude o sea un gran riesgo para un actor el que haga uso de este recurso? 

Depende del proyecto. Si algún día tengo la enorme fortuna de trabajar con los hermanos Coen, por ejemplo, sé que cada sonido gutural o cada pausa estará indicada en el libreto y el placer será el darle vida a una estructura tan bien organizada. Pero he tenido oportunidad también de improvisar en otros proyectos y lo disfruto mucho. Ahí le doy cabida a  mi ser escritor, que siempre busca por donde colarse (risas)



- Se que levantaste un proyecto de cortometraje titulado HASTA LA CIRUELA PASA ¿cómo fue esta experiencia, qué te motivo para realizarlo?

Pienso que el cine es una ventana para compartir un punto de vista. Soy muy feliz de ser invitado a proyectos que resuenan en mi alma, pero hay otras historias que quizá por mi aspecto físico o algún otro impedimento, no pueda realizar. Y no me pienso quedar con las ganas de hacerlos. Porque amo el cine y soy de los que disfrutan con la ya casi utópica idea de que la creación es un fenómeno de transmutación radiante. En el caso de HASTA LA CIRUELA PASA, tenía dos fenómenos en mi vida que quería retratar y reflexionar: Por un lado, mi mejor amiga murió intempestivamente quedando unas pocas horas en coma antes de su desvanecimiento final y me preguntaba desde hace mucho tiempo, qué pudo haber pasado adentro de sí misma mientras estaba muerta sin estarlo realmente. Y por otro lado, mi abuela empezó a tener procesos incipientes de Alzheimer lo cual me hacía reflexionar sobre los mecanismos tan sutiles que se viven en la memoria. Y siempre quise hacer algún proyecto relacionado con la Poética del espacio de Gastón Bachelard (que nuestra querida Esther Seligson nos dio a conocer en el CUT), y los engranajes de proyección que establecemos sin darnos cuenta. Puse todo esto en la licuadora y decidí hacerle un homenaje a la Muerte de forma creativa. Mi punto de vista es que todo a final de cuentas siempre regresa al camino que la Naturaleza ha planteado.  Trabajé el guión durante muchos meses y me propuse el objetivo de que no tuviera ningún diálogo, para seguir aprendiendo realmente de la semiótica de la imagen. Fue un proceso largo, pero ahora estoy muy contento con el resultado y con la oportunidad de presentarlo en pantalla grande. Lloré cuando vi por primera vez esas imágenes proyectadas. Creo que ha sido uno de los momentos más chingones en mi vida.
                         

- ¿Y en este momento cuáles son tus sueños profesionalmente hablando?

Tengo muchas ganas de levantar uno de los dos proyectos de largometraje que vengo trabajando y espero hacerlo pronto. También tengo ganas de irme un rato al extranjero a escribir y estudiar ( asunto que he pospuesto ya varias veces y que ahora sí me está quemando las habas..).  Y sobretodo, conectar con directores latinoamericanos con los que tenga un lenguaje en común, seguir explorando la organicidad en el cine hasta realmente sentir que he logrado un personaje verdadero, complejo y orgánico del que me siente profundamente orgulloso. Una película con un director sensible, inteligente, en donde tenga oportunidad de ir por terrenos actorales hasta ahora desconocidos para mí. 

                      
- ¿Cómo definirías a la cinematografía mexicana contemporánea?

Absolutamente ecléctica y fascinante. La creación no para. Lo único que lamento, al igual que todos los que nos dedicamos al cine en México, es  no lograr cambiar los sistemas de distribución y exhibición de películas. De nada sirve hacer mucho cine si nadie lo está viendo. Y eso me entristece. Pero siento que forma parte de este terrible mal que aqueja a las sociedades de hoy en día, donde lo más importante es la inmediatez y no la trascendencia. Pero seguiremos en la lucha.. 





                       
- Por último, ¿ser actor mexicano en el aquí y ahora, para ti significa?

 Significa tener un compromiso con el tiempo histórico que nos toca vivir. Saber que tu labor es incidir en la conciencia de la gente y estar consciente del enorme trabajo, de la responsabilidad que eso implica.  









    Ciudad de México, 20 de Junio de  2012 


sábado, 16 de junio de 2012

Adriana Paz: las decisiones en la ficción


Actriz, Ciudad de México



Adriana Paz se prepara para protagonizar Hilda de Andrés Clariond.
Adriana Paz es una actriz  mexicana formada en las  aulas de la Facultad de  Filosofía y Letras de la  UNAM, en la carrera de  Literatura Dramática y  Teatro. Mi primer encuentro  con ella fue en la lectura de  guión de Backyard El  Traspatio (Carlos Carrera,  2009), ahí descubrí a una  actriz poseedora de una voz  melodiosa, de un  presencia  sensual, de una mirada  intensa, vivaz y profunda. Más tarde fui testigo de su  amplio registro de  interpretación al observar su  trabajo en la taquillera Rudo  y Cursí (Carlos Cuarón,  2008), su papel de “Toña” le  valió entre otras cosas una  nominación como Mejor  Actriz en Coactuación  Femenina en los premios  Ariel 2009. Cualquiera que conoce a Adriana puede  estar de acuerdo que es  poseedora de uno de los  rostros más bellos en  nuestro cine, para mí la  profundidad de su belleza  radica en esa capacidad  que tiene para mutarse en la  piel de sus personajes, un  acto de generosidad  imprescindible al momento de contar una historia, Pronto podremos verla en acción en las  cintas: Hilda (Andrés Clariond, 2012), Morelos (Antonio Serrano, 2012) y Las Horas  Muertas  (Aarón Fernández, 2012). Me reuní con ella una mañana de Junio para platicar un  poco sobre su vida; divertida como es y en compañía de Ginger  -su mascota- nos abrió las  puertas de su casa para hablar sobre las decisiones que ha tomado al momento de estar en  un set, esas que la han llevado a ser la gran actriz que es.


-            - ¿Cómo llega tu primera oportunidad en cine?

Las Horas Muertas de Aarón Fernández. Foto: Lein de León
El hacer cine fue una decisión, estudie la carrera de Teatro en la UNAM en la Facultad de Filosofía y Letras, viví un tiempo en España, al regresar  yo sabía que quería experimentar  en ese lenguaje, quería vivir la experiencia y le dedique toda mi energía, para conseguirlo al volver a México  empecé a realizar castings.  Mi primer oportunidad fue en una cinta independiente que levantaba un egresado de la Universidad de los Baños de Cuba, había escrito un guión, contaba con una cámara de alta definición  y quería dirigir, fui a la prueba, al final me propuso integrarme a su proyecto. El largometraje se llamo  Todos los besos (César Aliosha, 2008), se estreno en el ya extinto FICCO de la Ciudad de México, tuvo un recorrido internacional,  le fue bastante bien para ser un proyecto chiquito; esa fue mi primera oportunidad. 

Después vino un Mexicano más (René Cardona III) e inmediatamente llegó Rudo y Cursi (Carlos Cuarón, 2008), la cual fue una gran experiencia, muy distinta  a lo que había conocido hasta ese momento. Fue una película con más presupuesto, un equipo grande de trabajo, actores muy conocidos, además un éxito en taquilla, esta experiencia me permitió conocer a la industria del cine en todas sus dimensiones.

-            --  Hablas de qué tu acercamiento al cine fue una decisión. ¿Qué te sedujo para querer  trabajar  en este lenguaje?

El Mar Muerto Foto: Gabriel G. de Alba.
Creo que siempre fue mi objetivo, incluso desde antes de empezar a estudiar, desde chiquita me encantaba ir al cine, siempre pensé que quería hacer eso que veía en las películas, pero era consciente de que debía prepararme. Esa magia de verte en la pantalla, de mirar de otra manera la vida fue lo que me motivo, es una sensación de emoción y nervios. Ya cuando tuve la oportunidad de estar en un rodaje, me sedujo completamente la experiencia de confrontarte con la realidad. La posibilidad de viajar e ir hasta  las entrañas de las historias es muy estimulante; por ejemplo en Backyard (Carlos Carrera,2009), una cinta que habla sobre los feminicidios en Ciudad Juárez,  estuvimos  en muchos de los lugares donde sucedieron los hechos, fue una gran lección  que marco un crecimiento muy fuerte en mí. 

Además, el vivir de cerca los procesos de cómo toman forma las películas es fascinante; desde ir conociendo las locaciones, hasta poder  mirar cómo los departamentos – vestuario, maquillaje, arte- van proponiendo y van armando contigo los personajes, para que después lleguen los editores y de pedacitos construyan las historias, finalizando en una película que quedará  a la vista de todos por siempre, es una experiencia única.

-                - Ya que mencionas las experiencias de vivir un rodaje y dada tu formación ¿Cómo ha sido el proceso para entender el trabajo que hace un actor en el cine?


      MI proceso para comprender hacer cine partio de entender su ritmo   (muy diferente al del teatro,  que es de donde venía). El cine es sutil, aun recuerdo mis primeros castings y me decían, estas bien pero bájale. Entender  técnicamente que estás trabajando para un lente, para algo que está muy cerquita, llegar a trabajar en pequeño requiere de sensibilidad. Tuve que aprender  el papel que tiene la posición de la cámara, donde está la luz, cuál es tu marca, para poder llegar a relacionarme con todos esos elementos y a la vez  disfrutarlo.

También aprendí sobre el cómo se trabaja, el que no es continuo en su trayectoria; como actriz no sabes cómo empiezas, tienes que aprender muy bien a llevar la línea de tu personaje, imaginar cómo será antes o después, ir más allá de lo que haces en el momento para que puedas ser parte del todo, tener una perspectiva del trabajo para estructurar una lógica congruente en la trayectoria del personaje y no perderte dentro de la naturaleza del trabajo. Llevo más de diez largometrajes y no llevo la cuenta de los cortometrajes en los que participe y aún sigo entendiendo sobre qué va esto.


-                      -  Y ¿cuál es la manera en que desarrollas un personaje dentro de este contexto?

Dar vida a un personaje es un proceso que tiene distintas etapas. Mi manera de abordar un personaje es desde el casting, leo la secuencia y me guio de lo que está diciendo, que está pasando con él en este momento de su vida, ese es mi primer acercamiento, entender la situación; después trato de imaginarme los motivos que tiene para hacer tal cosa. Al momento de hacer la prueba hay que estar abierta a lo que te digan, porque puedes imaginarte tal cosa y es otra, trato de  estar muy alerta para ser capaz de modificarme, no me caso con mis ideas.

Ya cuando tengo el papel, trabajo en conocer el contexto dónde se mueve el personaje, leo el guión y sigo trabajando en imaginarme sus antecedentes para definir sus características, también si lo requiere me documento sobre el momento histórico dónde se desarrollan los hechos o hago un poco de trabajo de campo. Me gusta observar a la personas, me gusta subirme al metro a mirar, voy generando como un  archivo de experiencias que me permiten construir  a mis personajes a partir de mis vivencias en el día a día de lo que me encuentro en mi realidad. En Rudo y Cursi por ejemplo con Toña -nunca me imagine que me iba gustar  tanto ese trabajo-, Carlos Cuarón nos pidió llegar una semana antes al lugar, para agarrar el color, para ir al pueblo y platicar con la gente para el acento, yo seguí al pie de la letra lo que dijo, encontré a una señora que fue mi coach, me ayudo, me corregía, al punto de que personas del crew creían que me habían sacado del pueblo para actuar.

Obviamente se trata de trabajar en conjunto con el director; en los ensayos voy enriqueciendo con sus puntos de vista, con los míos, con los que te dan tus compañeros. Después llega el vestuario y lo integro, sobre la marcha construyo hasta  llegar al set y aun estando ahí sigo en la construcción. Entiendo a los personajes a partir de la experiencia, de ir probando, de ir fluyendo y de ir acumulando.

-                     - Y ¿Qué buscas o encuentras en un proyecto para decidir estar en ellos?

En un proyecto busco disfrutar lo que hago. Me gustan los personajes que sean complejos emocionalmente, que me metan en problemas, que estén bien escritos, que me hagan explorar para buscar nuevas maneras de no repetirme; no siempre se puede, hay momentos donde no puedo decidir hacer tal o cual personaje, pero si no tienen lo que busco  les trato de encontrar esa riqueza. Para mí, no hay personajes pequeños o malos como tal. En cuanto a las historias me decido por las que me gustaría ver como espectador.

 Cuándo digo no es porque son buenas ideas pero no están bien aterrizadas, son proyectos que no me convencen en algún rubro o no me conecto con los personajes. Aunque uno en esta carrera no solo se guía por los personajes o las historias, también uno decide en la medida de si son buenas oportunidades para que lo impulsen a seguir creciendo, para entrar en otros mercados o para poder acercarse a las historias que quieres contar; eso también pesa al momento de decidir.

-       - En tu carrera has tenido la oportunidad de combinar tu trabajo en cortometrajes y largometrajes, ¿es la misma experiencia para un actor?

En los cortos aprovecho para experimentar, para probar cosas, para aprender con los compañeros que están iniciandose, he disfrutado mucho trabajar en cortos. Yo me preparo de la misma manera, no importa si la ficción dura 5 minutos o 2 horas. Para 72 que dirigió Jorge Michel Grau (un cortometraje realizado para un canal de cable y producido por Juan José Campanella dentro del proyecto Fronteras, 2011), fueron dos días de rodaje, el tema fue la migración y la preparación fue muy intensa, muy demandante, no solo por el argumento, sino por cómo se trabajo, nos preparamos durante una semana, puede parecer poco tiempo pero el nivel de exigencia fue muy alto, incluso más que en algunos largometrajes que he hecho.

-               Mencionas que el nivel de compromiso en un rodaje es muy alto, ¿qué has aprendido de la experiencia de estar en un set?    

         Depende de las circunstancias del set y de mi presente. Una de las cosas que he aprendido es a racionar mi energía durante los llamados, a medirme para no agotarme; sino uno corre el riesgo de cansarse, de agotarse y no estar listo para la acción. Entendí y aprendí a confiar  en mi trabajo, a relajarme -al final es el principio de todo porque de ahí fluye la energía-. Confío en mi cuerpo, confío  en la sabiduría de mí ser.

Me pongo en contacto con mi cuerpo, lo reviso ese día, ahorita hago el ejercicio de relajarme en una silla. A veces necesito estar estirando, otras aislada y otras veces convivo con los compañeros antes de tirar un toma. Antes de la acción me relajo es lo más importante, normalmente repaso algunos datos de circunstancias, trato de llevar un registro de cómo suceden las experiencias en mi vida, al final nunca nada es lo mismo, pero estoy atenta a cómo esta mi cuerpo en el presente. 

Adriana Paz interpreto a Hilda en Backyard (2009).
Para llegar a escenas muy emotivas me imagino lo más que puedo que siente ese personaje en esa situación; a veces recurro a algo en mi memoria para evocar el registro de cómo estaba el cuerpo al tener ciertas emociones y que mi corporalidad me ayude a generarlas cuando las necesite. No trabajo únicamente el día que estoy rodando, yo entreno -trabaje o no- todos los días. Mi método es ir registrando las sensaciones de mi cuerpo, para observar los cambios que hay,  cuándo me enojo o cuándo estoy triste o alegre y entender cómo se modifica mi postura o mi respiración, para poder utilizarlos en el set al momento que me pidan una emoción. 

-                 - ¿Cómo te relacionas con un director?

Con un director soy muy entrona a lo que haya que hacer, eso me gusta de esta carrera, estoy abierta a las sorpresas, me emociona, me gusta pensar sobre que va a pasar. Intercambio puntos de vista, es muy importante aprender a confiar en ellos, suena lógico pero a veces no sucede, hay que confiar en qué es su película y casi siempre tienen una visión más grande de las cosas. Un actor es importante porque es quién da vida a las cosas pero no es el único, uno no debe de perder de vista que estas al servicio de una historia.

72 Cortometraje de Jorge Michel Grau. Foto: el Galo
Mi  maestra Soledad Ruíz me dijo: "No hagas nada que te haga sentir mal" y he tenido la suerte de que no me han pedido nada que suene muy disparatado, siempre les doy el beneficio de sorprenderme con lo que me piden, primero lo pruebo, si veo que no funciona les doy mi opinión basandome en la experiencia obtenida.

-      - ¿Qué opinas de la improvisación?

Sobre improvisar en un set puede servir, a veces improviso pero me da un poco de miedo, he querido hacerlo un poco más, es un riesgo que vale la pena; da frescura, es un gran recurso que depende mucho de la guía, es válido y muy valioso. Le da algo muy diferente a las escenas, puede ser brillante. En Las Horas Muertas (2012) improvise una escena, eso le dio un matiz diferente al personaje, una luz especial, de hecho ahorita que lo pienso improviso más de lo que me imagino pero no me doy cuenta –risas-.

-                       - Por último ¿Qué retos vienen en tu carrera, para ti ser actriz significa?

Uno dignifica su trabajo a donde vaya, lo respetas al hacerlo bien.  Solo puedo pensar en ser actriz mexicana  de una manera responsable, al ser consciente de mi alrededor. Y eso me gusta hacer, yo estudie teatro y decidí hacer cine. Quiero ir hacia adelante, de adolescente entrenaba basquetbol y siempre me gustaba estar en los partidos por difíciles que sean, me gustaba estar en la cancha, me gusta salir a ganar.
  
Espero seguir desarrollándome y tener las oportunidades para hacerlo, me encanta jugar  y me encantaría que mi trabajo sorprenda. Quiero hacer bien mi trabajo no quiero irme sin dejar algo a la gente; soy muy privilegiada de vivir y hacer lo que quiero, lo que más me gusta  es actuar,  voy pa arriba y pa adelante, ese será siempre mi reto, seguir avanzando, seguir  jugando…

Still de la pelicula Hílda (Andrés Clariond, 2012).

 


Ciudad de México Junio 2012
Popotla 
 La Foto de portada es Cortesía de Fausto Paz.

NOTA: El 26 de Octubre de 2013, Adriana Paz gana el premio como Mejor Actriz en el Festival Internacional de Cine de Morelia, gracias a su interpretación de Miranda en la cinta Las Horas Muertas, conviertiéndose en la primer actriz mexicana en obtener este reconocimiento en dicho festival.                                                                                                            .