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Ivan Cortes professionals studied acting at the University Center Theater, UNAM He has worked in film, theater and television in various projects with some of the most important directors in Mexico. Ariel Award nominee granted by the Mexican Academy of Motion Picture Arts and Sciences in 2010 by Backyard. With his project: "The Structure of spontaneity" was awarded the scholarship stage creators in Specialty: Actors Film and Video 2011-2012 issued by the FONCA in Mexico. In 2012 he was part of the Talent Campus Guadalajara FICG, as one of the emerging talents in the region of Mexico, Central America and the Caribbean. "The Eye of CreAcción" born during this stage research process.

sábado, 28 de julio de 2012

De las ideas al montaje, un pensamiento




Cuando propuse esta investigación, no solamente se trataba de encontrar  una aproximación  teórica al tema de la Improvisación mediante su estudio ( a partir de dos ejes de trabajo: el primero destinado a la lectura de ciertos textos dedicados a profundizar en la pedagogía del tema; el segundo a la realización de entrevistas a personalidades dedicadas al cine para buscar comprender el fenómeno desde el punto de vista del oficio);  sino también tratar de integrar a la exploración del tema, un taller con actores profesionales con el fin de profundizar en el entendimiento de lo que significa “Improvisar” en la acción. Todo dirigido a lograr un documento audiovisual que sirva como registro del proceso de trabajo en el taller, que es la partitura final de este proyecto. 


Durante este tiempo he aprendido mucho. He aprendido de producción, de gestión cultural, de actuación, de entender al cine desde las entrañas; aprendí de administración, he realizado entrevistas lo mejor que he podido realizarlas y admiro profundamente la labor de los periodistas  -su trabajo es agotador-;  en el proceso he conocido nuevos amigos apasionados por la cultura, por el cine, por la actuación. Me he perfeccionado más de lo que me hubiera imaginado, ha sido un maratón –nunca he entrenado para uno, pero es la primer idea que se me vino -. Es una de las grandes lecciones que me ha regalado la vida. Lo anterior lo comparto a manera de recuento para quienes no conozcan la motivación de este esfuerzo y me preguntan sobre las primeras publicaciones. Lo cuento  de cara a lo que será el desenlace de esta aventura, lo cuento para compilar lo que ha sido y para descubrir lo que será.                                                                                                         
                                            
                                                                                                                       
En este momento con ocho meses de trabajo a cuestas, me encuentro entrando en una parte del camino que  quiero compartir hoy: el de montar la historia a nivel audiovisual. Yo soy actor, entiendo la imagen desde la emoción; es otra la perspectiva y jamás me había puesto a pensar en planos, en tomas, en minutos, en transiciones de tiempo, en secuencias, en disolvencias, en ritmos de la narrativa; estoy entrando a otra etapa del entrenamiento que no había imaginado. Es un momento divertido, extenuante, preocupante; mis pensamientos me remiten al taller de Dirección organizado por el FICG27 que impartió Jeanine Meerapfel, a quién tuve  la oportunidad de conocer  hace unos meses, en una de las más maravillosas coincidencias azarosas que he tenido (este proyecto se ha armado a partir de coincidencias). En ese taller, Jeanine nos hablo sobre el papel que juega un director en el proceso de construir una cinta, además de compartirnos sus ideas sobre lo que para ella significa hacer cine, un cine independiente, de autor, como lo define. 

Comparto algunos extractos  de la clase, que me han servido de brújula para no perderme en el mar de posibilidades que representa la edición, obviamente no soy director ni lo pretendo, lo hago simplemente con el afán de compartir materiales que me han sido útiles en esta parte del proceso, por si a alguien más le puedan aportar.                                                                                                                                                                                                     
                                                                                                                                                                   

“ Tenemos que tener claro qué es lo que nos está marcando en la vida, qué es lo que nos está haciendo como somos, no es solamente un saber psicoanalítico, es un saber social. Es distinto si naciste donde te dicen que los libros son valiosos o si naciste es una choza, eso te marca para toda la vida y es la injusticia más grande que existe ”.                                                                                    

                                                                                                                                                                   
Seguir una historia, la que nos están contando y a la vez ser capaces como seres humanos, como espectadores  de asociar, de tener que saber  qué toda narración es una propuesta al espectador, no es una cosa segura. En esa propuesta jamás debe ser una declaración de guerra, ni de colonizaje hacía el espectador tratando de convencerlo de una ideología, de una postura.  Una historia es una mano estirada hacía  el otro, el cine eso es lo que aspira a ser  “.          
                                                                                                                                                                   

Sobre los proyectos:                                                                                                                               
                                                                                                                                                                   
  “ Hablando del cine independiente, del cine de autor, donde el director elige a sus actores, elige a las cabezas  de departamento, elige las locaciones junto al scout de locación, elije la forma de filmar y la historia que va filmar. En el cine de autor, las decisiones parten desde el director, no desde el productor.”                                                                                                                       



 “  Yo les diría que no traten de ser originales, sino que traten de ser verdaderos, lo que es verdad perdura no importa si es cortado rápida o lentamente, depende de la actitud del cineasta, si es verdadero el público lo va a comprender hoy, mañana , va a trascender, va a permanecer  en la memoria del espectador   ”.                                                                                                                                                                                                                                                      

Sobre el trabajo del director:                                                                                                         
“ Un film nace varias veces, es parte de una idea que se convierte en guión. En todas las fases del nacimiento de un film (guión, financiamiento, preparación técnica,  rodaje, post producción, distribución),  el director debe y tiene que estar comprometido –hablo del cine al que represento yo y muchos de mis compañeros cine independiente de autor-. En la primera fase (el de la preparación),  en cuánto más tiempo se le dediqué a cuidar los detalles, más fácil será todo, se tiene que estudiar e investigar el guión. Más si el guión es de uno, hay que pasárselo a otra persona, a un consejero, hay que checarlo  muchísimo, como bien se dice: se puede hacer una mala película  con un buen guión, pero no una buena película con un mal guión, eso no existe en la historia del cine, es muy difícil. Consultar a cuantas personas sean necesarias (colegas, guionistas, etc.). 

Después viene la fase de preparación, cuando el guión está bien preparado, cuando es de hierro, cuando cada personajes tiene su propia vida y cada línea esta chequeada  para saber que está bien, entonces se puede estar tranquilo para ir a hablar con los actores. 


En la fase de preparación uno tiene que ir hablar con el director de fotografía sobre la película que voy a contar, para decidir qué tipo de tomas quiero hacer. Es básico ponerse de acuerdo en el lenguaje cinematográfico que se va usar; este lenguaje no solo es una cosa técnica es algo que tiene que ver con algo más, es una sesión política, es una decisión que lleva e influencia el contenido, es distinto si yo utilizo primeros planos e insisto en eso, a que si yo hago travellings o planos secuencias; es distinto si la cámara descubre, acompaña o simplemente observa. La elección del lenguaje es nuestro punto de vista acerca del tema qué vamos a contar. Cómo quiero contarlo y desde donde quiero contar.

Esto es simplemente una forma, no hay reglas de hierro ni de oro, esto se trata de ayudar al espectador, de que se cuente su propia historia, finalmente hacer cine es descubrir la manera en que cada quién descubre como cuenta su propia historia y las reglas se pueden transgredir, todo depende de qué es lo que voy a decir, de como lo vas a contar; el cine no es copia de la realidad, es construcción y nunca tratar de ser interesantes ni geniales; ser interesante no es intentar ser interesante".



Ciudad de México, 28 de Julio 2012 




sábado, 21 de julio de 2012

Las propuestas de Latinoamérica





Soy mexicano, soy latino, soy actor. Me gusta el cine, me siento orgulloso de la región a la que pertenezco en el mundo. Las realidades que nos han tocado vivir a los que habitamos ésta parte del continente, están llenas de diferencias: de ricos muy ricos y pobres miserables; de ídolos de la música, de fútbol, de culturas milenarias; nos trastoca la violencia, la corrupción, el tráfico humano. Ante esto nuestros ojos llenos de esperanza se niegan a renunciar a ese halo de luz que siempre nos acompaña en los peores momentos. Gobiernos espurios, dictaduras militares, ejércitos de rebeldía, marginados, desaparecidos y multimillonarios convergemos en este espacio llamado Latinoamérica. Alegre, fuerte, de pie, orgullosa, cálida, caliente, austral, con aroma a café, a chile, a marihuana, a coca. Su cine, nuestro cine es la  expresión de esta mezcolanza de tradiciones, de identidades, de realidades:

Sirva la introducción como una presentación de cinco proyectos que de manera personal, quiero compartir con ustedes. Los cinco por méritos distintos han llegado a la lista, el fin más que analizar sesudamente las obras -lo cual me considero incapaz de realizar-, es presentar un panorama actual del cine generado en nuestra región para el mundo, el muestrario de cintas corresponden más a un gusto personal, el fin es formar un catálogo digital de recomendaciones para todos aquellos interesados en nuestro cine. A continuación presento los primeros cinco proyectos que inauguran está parte del proyecto, a la cual se irán sumando más cintas. Ojalá los disfruten tanto como yo, y si tienen alguna recomendación es bienvenida, he aquí parte de nuestro cine actual, he aquí parte de la realidad cinematográfica latinoamericana.
 
Pachuca, Hidalgo, 20 de Julio 2012 

viernes, 20 de julio de 2012

Violeta se fue a los Cielos



Dirección: Andrés Wood
Guión: Eliseo Altunaga
Actores. Francisca Gavilán, Thomas Durand, Patricio Ossa, Jorge López entre otros.
Pais: Chile
Año 2011.

Adaptación libre al cine del libro hómonimo de Angel Parra, Violeta se fue a los Cielos es una pelicula chilena que a manera de biopic cuenta la vida de un ícono latinoamericano de la música; Violeta Parra. El papel recae en manos de la actriz Francisca Gavilán quien en una extraordinaria interpretación, muestra una sólida actuación fundiendose en la piel del personaje, seguramente su trabajo  prevalecerá en la memoria de muchos; como dato curioso su preparación duró un año, en la que estuvo tomando clases de canto y guitarra.

En el sitio web de la cinta se lee lo siguiente: “Escribe como quieras, usa los ritmos que te salgan, prueba instrumentos diversos, siéntate en el piano , destruye la métrica, grita en vez de cantar, sopla la guitarra y tañe la corneta. Odia las matemáticas y ama los remolinos. La creación es un pájaro sin plan de vuelo, que jamás volará en línea recta.”

Violeta Parra 



Juan de los Muertos


Dirección y Guión: Alejandro Brugués
Actores: Alexis Días de Villegas, Jorge Molina, Andrea Duro y Jazz Vila entre otros
Pais: Cuba
Año 2011

En la Cuba actual, de pronto comienzan a suceder una serie de extraños acontecimientos: la gente se vuelve violenta y se atacan unos a otros. Al principio Juan está convencido que no es más que otra etapa de la Revolución. Los medios de comunicación oficiales se refieren a los ataques como incidentes aislados provocados por disidentes pagados por el gobierno de los Estados Unidos. Pero poco a poco se va dando cuenta de que estos atacantes no son seres humanos normales y matarlos es bastante difícil.

No son vampiros, no están poseídos, pero definitivamente no son disidentes; una simple mordida contagia a las víctimas, y la única forma de vencerlos es destruirles el cerebro.

Juan decide que la mejor manera de enfrentar la situación es prosperar con ella. “Juan de los muertos, matamos a sus seres queridos” es su slogan; Lázaro con su hijo Vladi, y Camila (a quien no le quedó más remedio que unirse a su padre cuando su abuela trató de comérsela) son su ejército, y su misión es ayudar a la gente a deshacerse de los infectados que los rodean… por un precio aceptable. Una de las películas más irreverentes, divertidas y polémicas, o la amas o la odias. Destaca el trabajo de Jorge Molina quién con su personaje logra algunos de los mejores momentos de la cinta.


Porfirio





Dirección y Guión: Alejandro Landes
Con: Porfirio Ramírez Aldana, Jarlinsson Ramírez y Jasbleidy Santos
Pais: Colombia
Año 2011.

Alejandro Landes nació en 1980 en Sao Paulo, Brasil. En el 2003, se graduó de la universidad de Brown en Estados Unidos donde estudió política económica y literatura. Después de escribir para un periódico y televisión, Alejandro dirigió su Opera prima Cocaleros (2007), estrenado en el Festival de cine de Sundance y que se estrenó en teatros en más de 10 países. Con Porfirio, Alejandro fue invitado a la residencia del Festival de Cannes en París y el Screenwriter’s y Director’s lab del Sundance Institute en Utah, USA.

"Landes pasa del registro documental de Cocaleros, su primer film, a la ficción mediante Porfirio; sin embargo, la utilización de un personaje que se interpreta a sí mismo y que reconstruye su propia vida es particularmente cercana al documental. La ambigüedad entre ambos registros confiere un carácter excepcional a este largometraje, que encierra un cuestionamiento profundo no ya a las fronteras entre documental y ficción, sino más bien de los límites de la representación cinematográfica." (Ignacio del Valle,Ventana Latina Magazine, Londres)

 

El lugar más pequeño




Dirección: Tatiana Huezo
Pais: México
Año 2011

Escrita y dirigida por Tatiana Huezo, El lugar más pequeño es una historia que habla de la capacidad que tiene el ser humano de levantarse, de reconstruirse, de reinventarse después de haber vivido algo terrible. Una historia sobre personas que han aprendido a vivir con su dolor, en un pueblo arrasado, que se levantó de nuevo gracias a la fuerza y el profundo amor de sus habitantes por su tierra y su gente. Un pequeño lugar encallado en las montañas salvadoreñas vestidas de selva y humedad.

Ganadora de diversos reconocimientos en el mundo, con una impecable factura, ésta cinta es una muestra palpable del cine comprometido y arriesgado que plasman algunos de los cineastas jóvenes de México.


La Sirga


Dirección y Guión: William Vega 
Actores: Joghis Seudin Arias, Julio César Roble, David Guacas, Floralba Achicanoy
Pais: Colombia
Año 2011.

Película co-producción de Colombia, Francia y México, se estrenó en la sección: Quincena de los Realizadores en el marco del Festival de Cine de Cannes y sorprendió por su tratamiento de la violencia endémica en Colombia.

En palabras de su director Willia Vega, La Sirga (su Opera Prima) nace de la siguiente experiencia:  "Entre Junio de 2005 y Marzo de 2006, recorrí la mitad del país como realizador de "Juan Mochilas", un programa de la franja de agro, medio ambiente y naturaleza de Señal Colombia. Gracias a ese recorrido hice mi propia lectura del país en que vivo. Mi lectura, mi versión, no la de otros. Fue en Agosto de 2005 que llegué en medio de la bruma al encanto de La Cocha, una laguna que se levanta en medio de Los Andes. Su nombre ya de por sí es una historia y como es natural, las historias llaman a otras historias. En medio de la neblina conocí a personas tan enormes como sencillas. La misma neblina va permitiendo que uno conozca poco a poco la majestuosidad del lugar. Poco a poco, sin prisa. De repente sobre la laguna soplan vientos que despejan las montañas que la circundan y es así, como también van apareciendo las historias. Es en este lugar sagrado que se cultiva la fábula de Alicia, una niñita vulnerable que lo pierde todo y queda desprotegida en medio de tanto frío.or el espejo de agua de la Laguna. Ahí, como los viejos pescadores, echará la red, una sirga para ver qué atrapa. Eso es La Sirga, la historia de Alicia. La historia de una niña que se convierte en mujer y que en ese doloroso proceso entiende que los ciclos consisten en el ensayo error. La Sirga es entonces la historia de una mujer que busca reconstruirse y levantarse de sus cenizas. En su aprendizaje, tanto en su viaje interno como externo, entenderá que nunca somos del todo desgraciados, así como tampoco somos del todo felices".



sábado, 14 de julio de 2012

Teresa Sánchez: el goce en la actuación





Actriz, Ciudad de México

Teresa Sánchez es una actriz mexicana de cine y teatro.
 Hay personas que deslumbran con su luz, Teresa Sánchez es una de ellas. Sus palabras cargadas de compromiso  y honestidad nos recuerdan que el arte surge a partir de una necesidad por compartir, por divertirnos con el otro. Teresita sobresale como una figura peculiar dentro de nuestra cinematografía; actriz fetiche del director Nicolás Pereda (Todo, en fin, el silencio lo ocupaba, 2010), las cuatro cintas en las que han colaborado juntos le han bastado para ganarse un lugar como una de las intérpretes más sólidas de México. Prueba de ello es la cinta: Verano de Goliat (Premio Horizontes, Festival internacional de Venecia, 2010), trabajo que le permitió entre otras cosas, ser merecedora del Premio como Mejor Actriz en el marco del Festival Internacional de Cine de la Ciudad de México en 2011  y obtener su primer nominación al Premio Ariel otorgada por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas en la misma categoría durante este año. La cita fue en  la ciudad de Morelia –lugar donde anida actualmente-; alegre, de una mirada cargada de claroscuros, sonriente, divertida y dispuesta a compartir un poco del camino andado, Teresa nos recibió con esa gran sonrisa inmensa y transparente, tan inmensa como el gran corazón que le permite construir personajes desde una sensibilidad cargada de ternura, desolación y humor..


 - ¿Cómo llegas a ser actriz?

Yo  creo que en mi vida muchas cosas han pasado por accidente, desde niña me he dedicado  a buscar espectáculos gratis, me llamaba mucho la atención, no sé ni por qué, pero la escuela no fue lo mío. En cambio la música siempre me prendió, el teatro, la danza. Yo vivía en la Ciudad de México, un día encontré los teatros que están detrás del Auditorio (El Centro Cultural del Bosque),  vi una obra  y dije no sé que tenga que hacer pero yo me voy a dedicar a hacer eso, yo quiero hacer eso. Sentí cosas en la piel y salí con esa idea.

Después en la preparatoria me inscribo al taller de teatro  -ahí me di cuenta de que podía costarme ser actriz-, vi la discriminación que existe, siempre he sido esponjosita –risas- y había compañeras que actuaban del nabo pero eran las elegidas para los papeles principales y a mí siempre me daban los papeles de señora, de servicio, los papeles de soporte. Pero eso no me detuvo. Después seguí en el CREA que era un centro de recreación para jóvenes, donde había talleres, ahí conocí a un maestro de declamación (a mi no me gustaba la declamación porque la sentía muy ajena a mí), se metió a hacer teatro y con él fue con quién tuve mis primeros personajes en dónde yo sentía que  se estaban moviendo cosas internamente, era como lanzarse en bungee, no sé, una sensación que hasta la fecha no puedo explicar. Yo creo que en esa experiencia se volvió adictiva la actuación, porque al venirme a Morelia (cambié mi residencia por amor), llegando a la ciudad  me inscribí a todos los talleres de teatro que daban en las casas de cultura. Creo que sin “estudiar” lo que más me ha ayudado es la intuición.

- ¿Cómo entiendes y qué sentido le das a la intuición? 

En el sentido de que en las casas de cultura me quedaba con hambre, yo decía, algo no cuadra en el proceso, desde la selección de obras hasta la manera en cómo se resolvían los montajes, ese tipo de observaciones me eran naturales, sin saber nada - yo estaba en cero-, podía registrar eso, para mí eso es intuición. Sabía que algunas veces ese no era el camino. Un día mi maestro decide montar Calígula de Albert Camus supe que tenía buena intuición, porque varias de las resoluciones que suponía en mi cabeza, en una crítica –que no fue muy afortunada- tenía una similitud con mis ideas, me comprobó que no estaba equivocada; aunque no conocía nada de trazos algo me decía cuando no funcionaban las cosas en la escena, si eso no es intuir no sé que sea.

Así seguí de grupo en grupo, no fue sino hasta que me invitan a una obra que gano varias muestras estatales y se presento en la Muestra Nacional de Teatro de México que conocí otro tipo de trabajo y dije: este es el tipo de historias que quiero contar, este tipo de teatro me apasiona. Al final la formación que tuve realmente fue muy básica, por lo que es ahí en donde aprendo formalmente muchas cosas con respecto al lenguaje escénico y reconocí el nivel en el que estaba, ese trabajo me ayudo mucho para mi formación ya que con el grupo tomamos talleres con diferentes personalidades del medio teatral, al final esa fue mi escuela.


- ¿Y el cine como te encuentra?

Yo dejo de trabajar con ese grupo y comienzo  a colaborar con otros, entre ellos el grupo  55 –para mí un ideal en cuanto a la forma de amabilidad en como conciben el trabajo-, era una manera lejana a ese tipo de rigor que tiene que ver con levantarse a las cinco de la mañana, de qué tienes que sufrir para entender las cosas, eso nunca fue lo mío.

 Yo quiero gozarla, a eso vine al mundo, yo vine a divertirme. Encontré ese grupo y al mismo tiempo empecé a buscar otras cosas, empecé a dar clases, talleres, aprendí a manejar títeres –que hasta la fecha siguen siendo mi refugio, mi casita, son mi hogar-,  y llego a un proyecto institucional al que me invitan en dónde quién coordinaba era Jesusa Rodríguez (era un modelo de taller para indígenas y campesinas), en ese momento lo desarrolla con el Instituto de Seguridad Social, viene a capacitarnos, a mí me toca la parte artística, la conozco confía en mí y me deja  a cargo del proyecto. Nos caemos bien, nace una amistad y me invita a trabajar a la ciudad de México en un vídeo bien loco, bien farsico, con Regina Orozco. Si tiene nombre no lo sé –risas-, eran cápsulas sobre prevención, de diversidad, de adicción. En ese vídeo conozco a Nicolás Pereda, es mi primer encuentro con él. Estrechamos porque él hacía de todo, al ser un proyecto chiquito se hacía cargo de todo –sonido, cámara, luces-, yo bromeaba mucho con él, a veces por el micrófono le decía: ya vámonos a la chingada –risas-. Se estableció una relación por medio del micrófono, nos cagábamos de la risa, se armo la complicidad.

Al terminar este vídeo, me invita a una película que va venir a filmar en un año –se encontraba estudiando en Canadá- , yo le dije que sí;  la verdad si hay citas que planeas en quince días y no llegan, no lo tome muy en serio. Y sí, al año me estaba hablando para filmar ¿Dónde están sus historias? (2007) que fue nuestra primer película juntos.

- ¿Cómo te fue en esa primera experiencia? 

Me dio miedo todo, yo estaba temblando en mi casa. Mi personaje se llamaba Teresa (tres películas en las que ha trabajado con Nicolás, sus personajes se llaman Teresa); es una mujer que trabaja en el servicio de una casa, tiene un hijo;  es un proyecto que se construyo a partir de la suma de voluntades, de bajísimo presupuesto. La experiencia en el set fue muy amable, yo lo que más amo de hacer cine con él, es la armonía que logra en sus equipos, la buena energía, la disposición, el amor que existe cuando se trabaja.



- Es interesante que te toque actuar un personaje que se llame igual que tú. ¿De qué manera trabajaste esa particularidad?

Con Nicolás antes de empezar a rodar siempre me habla de lo que quiere, me explica su concepción en todos sentidos de esa Teresa. Cómo ha vivido sus relaciones, cómo toma determinada noticia, lo que significan determinadas decisiones; lo trabajamos de esa manera, muy suavecito; es como si desde la primera escena me diera chance de fluir, al mismo tiempo que me va pidiendo gentilmente lo que necesita. En cuanto al nombre es lo que menos importa, si no construyera desde adentro podría llamarse el personaje diferente y ser yo en la escena; en cine no es tan drástico el cambio de mi persona como en teatro, pero me ayudo para marcar las diferencias con mí archivo que tengo de mi trabajo en comunidades. De ahí me inspiro para sacar costumbres, personalidades, emociones. También me ayuda mucho que hay una muy buena descripción por parte del director, además de que él marca las diferencias, me va dando las pistas. Los que han visto las películas saben que las Teresas que ven en pantalla se alejan de lo que soy.

- Y sobre entender técnicamente el lenguaje, ¿cómo lo viviste?

No lo hice consciente, me fue muy sencillo acostumbrarme a las marcas, a las luces, tampoco era una producción complicada; más qué lo técnico, lo que en realidad me costó trabajo entender de cuándo dicen acción, es que a veces no hay que empezar inmediatamente, sino tienes que dejar un espacio para que puedas acceder a la intimidad del personaje, yo me apresuraba demasiado; fueron un poco mis primeros tropiezos con el lenguaje. De ahí en fuera, yo creo que porque la producción era muy chiquita se me facilitaron las cosas para entender un lenguaje que era totalmente ajeno  a mí. Con el tiempo, trabaje en cortos, en la ciudad se empezaron a generar proyectos de cine y obviamente al trabajar más, agarras confianza. Esa primera película con Nico creí que iba ser la primera, la única y la última, pero fue toda una sorpresa el que ese proyecto generara tantas cosas, gano aquí en Morelia un premio en el festival, pero más sorprendente fue que me invitará a realizar más proyectos.

- ¿De qué manera se modifico la experiencia de volver a trabajar con el mismo director, en tu segunda experiencia fílmica?

La segunda película en la que trabajé con él se llamo Perpetuum Mobile (2009),  fue una experiencia muy parecida, yo en ésta película me divierto como enano, fue una experiencia más lúdica. En la primera no es que no fuera divertida, pero estás conociendo el proceso y eso implica cierta tensión, en general siento que el cambio ha sido que he ido descubriendo a Nico durante este proceso, a mí la vida me regalo la posibilidad de ir con él a Venecia, y estar con él para conocerlo; fue una experiencia entrañable, fue conocernos de corazón a corazón. Sabes gozo mucho el proceso de filmar, a pesar de que puedes esperar horas, disfruto mucho ver el trabajo de los demás, me gusta hacer bromas cuando puedo. En esta segunda experiencia la diferencia es que me divertí demasiado, me sentí mucho más cómoda frente a la cámara, de hecho mi fortuna es que a la cámara la ignoro, no me puede, no me impone, no existe para mí. Me implica más pararme frente al público a cantar, eso no sabes, comparado con todo lo demás, no sé porque pero a la cámara no le temo.

Al ver mi trabajo en la cinta me encanta, me río de mí y me gusta mucho eso; el contraste de este trabajo con la primer peli  es la tensión,  al verme me queda la duda de que no sé si lo estoy haciendo bien. Además personalmente atravesaba por un momento de transición en mi vida muy fuerte, cuándo lo conocí estaba saliendo de un proceso de desintoxicación y estaba registrando vivir sin los estímulos a los que estaba acostumbrada. A eso le atribuyo mi soltura en Perpetuum, a que ya había superado un proceso interno muy complicado, y además le había encontrado el gusto a vivir de otra manera. Es curioso en las películas de Nico se ha registrado una parte de mi renovación.

- Y en este proceso de evolución, de conocimiento, de profundizar en el encuentro entre actriz – director. ¿Cómo llega Verano de Goliat, (2010)?


Entre rodaje y rodaje ha pasado un año, he filmado cuatro cintas por año. Verano de Goliat siento es mi graduación con Nicolás, su forma de trabajo te pide generar desde muy adentro, más que contenido es una sensación de generar lo vivo, algo con vida. Siento que  a la hora de que me iba explicando a Teresa (en esta cinta interpreta a una mujer abandonada por su esposo que recorre el pueblo para explicar su forma de ver este hecho),  me contaba sobre lo que  iba necesitando y fue muy fácil traducirlo.

- ¿Qué necesita un proyecto para que te interese participar? ¿O te gustaría quedarte trabajando solamente con Nicolás?

Mira, tengo la sensación de que si un proceso no es amable conmigo así sea la gran oportunidad, no me interesa. No tengo necesidad, te juro no es soberbia, simplemente son ganas de ser feliz con lo que haga. Me hace inmensamente feliz estar en una función de títeres en la primaria Benito Juárez en alguna comunidad de Michoacán, de la misma manera que estar con una de mis películas en Venecia; te repito me interesa estar en procesos de goce, no quiero ver malas caras, ni sentirme mal. Al final esto de preocuparme por lo que vendrá no se me da, por ejemplo, ahorita siento que me estoy alejando de la escena. Yo entre a esto por una necesidad, ya pase por esa etapa en la que necesitas que te vean, que te aplaudan, eso se está acabando. Cada vez me siento más plena y mi necesidad ahora se enfoca más en poner al servicio de la comunidad mi quehacer, ahorita estoy trabajando en comunidades en las que por medio de lo que sé hacer podemos sensibilizar y trabajar determinados problemas con familias disfuncionales, me interesa transformar vidas de esa manera, ahorita es lo que más me jala. Con Nicolás por supuesto que si me invita otra vez, sabe que ahí voy a estar. Y si me llega otra oportunidad amable en cine, la tomo con toda mi alma.

- ¿Cuál crees que sea el principal reto de un actor al hacer cine?

El reto es ser honestos. Si tu entras a esto por una necesidad de reconocimiento, de querer decirle al mundo aquí estoy soy la promesa –risas-, estas frito tres veces. O por esto de querer empezar a figurar, me parece que por ahí no va. Es un trabajo de honestidad, que se necesita para abordar los personajes, para escuchar al director, para contar las historias. En segundito hay que divertirse como enanos, en todo proceso, si vas a entrar a algo para estar sufriendo como un condenado, no mejor vete a otra cosa, eso es lo que yo siento y cómo le he vivido. Soy lúdica y para mí ha sido la clave en la vida, porque siento que a través de ese disfrute, de ese sentimiento de plenitud, de apasionarte por lo que estás haciendo es como se logran los mejores resultados, si te ubicas en el disfrute qué reto te pueden implicar las cosas. 

- ¿Y cómo vives el que hayas sido reconocida con diversos premios, entre ellos una nominación al Premio Ariel como Mejor Actriz? Me llama la atención al escucharte, es algo qué no persigues pero te sucede,  ¿qué te representa?

A mí me significa una gran sorpresa, una muy grata sorpresa. Me pongo a pensar cuánta gente pensó, definió y determino esos títulos de incluirme entre las mejores actrices, se siente muy bonito, es cómo cuando te dicen que bien te ves hoy, esa es la sensación.  Sobre todo me motivo mucho él que personas de mi región se involucrarán con  el reconocimiento, me escribían para felicitarme, ese fue el verdadero premio, fue muy hermoso para mí. Los premios no son determinantes, los proyectos que vengan a partir de eso serán bienvenidos si es que llegarán a suceder.


- ¿Cómo trabajas en el set? ¿Qué opinas de la herramienta de improvisar?

En cine nunca me aprendo los textos, si me los aprendo siento que lo acartono y me casaría con ciertas  ideas. Trabajo el texto en el set, trabajo la memoria en ese momento. Emotivamente si la escena lo requiere, recurro a las emociones paralelas y con tener dos segunditos antes de la toma me basta para concentrarme, no creo cuándo dicen silencio la actriz va a llorar –risas-.

Yo improviso mucho en cine, porque la forma de trabajo, los requerimientos del proceso facilitan que ocurra; tienes que tenerlo a la mano por que nunca sabes lo que un director te va a pedir, o la manera en que se van a resolver las cosas. En muchas ocasiones es lo que te va a dar la frescura de los momentos, en Verano de Goliat tuve una escena con una señora que no era actriz, imposible abordar un trabajo así si no improvisaba, yo tenía que entablar en ese momento la conversación y fue maravillosa experiencia, llena de libertad y de confianza. Es muy curioso porque frente a los ojos de la señora aun sigue preguntando cómo sigo, si encontré a mi esposo –risas- Eso sucedió porque improvise y es un regalo enorme.

- ¿Y qué opinas de  qué en el cine intervengan los “no actores”?

Depende, a mí no me parece válido de que se abuse de una persona. No me gusta y se nota, la cámara lo registra, me molesta ver en pantalla gente engañada, que no hacen algo orgánico, a eso digo no. Si no se les da una preparación previa, para que se sientan seguros, que lo hagan convencidos, que sepan a lo qué van, si esto no ocurre no estoy de acuerdo. No se me hace chido para ellos, para el director ni para el público. En el otro sentido, es una delicia ver a los no actores cuándo se logra verlos sueltos, en confianza, cuando les gusta, cuando lo quieren hacer y están de acuerdo, en ese caso adelante; además creo que hay trabajos que lo necesitan, en esto la exploración nunca se termina, todas las propuestas son bienvenidas.

- Por último, ¿ser actriz mexicana en este momento qué significa?

Es una fortuna enorme, en el sentido de todo lo que me ha regalado y permitido. No sientes que trabajas, eso en este momento del país es una delicia, el poder jugar y divertirte. Como mujer he sido muy libre para hacer lo que quiera. En este momento de mi vida entiendo perfectamente lo que se me dijo en un momento de oscuridad y fue: lo mejor siempre está por venir, lo que te puedo decir es que si te avientas la red va aparecer. Hazte responsable de lo bueno y de lo malo, para mi ser actriz significa asumir lo que eres, así soy: me acepto, amo lo que soy, disfruto y vivo lo que soy, soy libre, soy feliz, no necesito nada más.


Ciudad de Morelia, Michoacán, 7 de Julio.














viernes, 6 de julio de 2012

Jorge Michel Grau: la inteligencia de los actores



Director, Guionista, Productor.  Ciudad de México

 
Jorge Michel Grau es uno de los cineastas mexicanos que esta cruzando nuestras fronteras, no solo por su capacidad de transformar y trascender la realidad, sino por su visión única en nuestro panorama, una voz que emana desde una realidad trastocada por la violencia. Estudió la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para después cursar la carrera de cine en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) de la cual egresó con Mención Honorífica en la especialidad de Dirección Cinematográfica. Realizó estudios de especialización en Dirección Cinematográfica en la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya  (ESCAC) en Barcelona, España. Es además, becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) en la rama Programa de Apoyo a Estudios en el Extranjero en 2004 y becario del Sistema de Apoyo a Creadores (FONCA) en el 2009. Ha participado como gerente de producción en diversos trabajos cinematográficos del IMCINE y del CCC, en más de 60 proyectos de publicidad y producción de televisión cultural y educativa. Así como director de proyectos documentales para Clío y Discovery Channel. Con su Opera Prima Somos lo que hay (2010), ha cosechado diversos reconocimientos en el extranjero, entre los que destacan haber sido invitado al Festival de Cine en Cannes dentro de la Quincena de Realizadores en 2010 y la compra de los derechos de su obra para realizar el remake de su cinta en Estados Unidos. Amable, dispuesto, de una generosidad enorme, Jorge compartió su tiempo para conversar sobre cine, principalmente enfocándonos sobre su manera de acercarse a las fibras más sensibles de una película: los actores.

- Háblanos sobre como llegaste al cine. ¿Siempre supiste que querías ser cineasta? 

SI, desde el inicio. Desde la preparatoria tenía la inquietud de estudiar cine, aunque no tenía claro si se estudiaba, no sabía si se tenía que estudiar; quise entrar a la SOGEM pero por cuestiones de la vida no pude. Hice la carrera de Comunicación pensando que era un camino que me acercaría al cine, ya estudiando me di cuenta que solo se podía dar esa cercanía a nivel de apreciación. Seguí con la carrera, entro a canal 22 a producir, y en este equipo de trabajo me encuentro con 2 estudiantes de cine, uno de ellos me invita a producir su tesis y fue en ese momento que no solamente conocí de cerca sus procesos, sus métodos, sino que me enamoré profundamente del cine y decidí meterme de lleno a estudiar la carrera en el Centro de Capacitación Cinematográfica.

Aunque yo ya había hecho un poco de camino, me sirvió mucho aprender en la escuela, me ayudo para darme cuenta de que hacía las cosas a la mitad; aprendí de todo: sobre realización, fotografía, narrativa, lenguaje, estilos de montaje; entendí las exigencias del lenguaje y aprendí de las exigencias del CCC, tu mundo se vuelve la escuela mientras estas en la carrera.

- ¿De qué manera descubriste las temáticas que te interesan filmar cuando cuentas una historia?


Soy una persona que me gusta alimentarme de lo que me rodea. Cuando estudiaba cine, vivía en un barrio peligroso -como el 80% de los barrios de la ciudad de México­­­-- me encontraba rodeado de drogadicción, alcoholismo, era mi medio ambiente ese tejido social, sin buscarlo la estética de la violencia surgió como un vehículo natural para contar mis historias. Padres divorciados, familias disfuncionales construyen nuestra sociedad, ese contexto con la diversidad de temas que generan es el que a mí me interesa explorar para meter la cámara, mis primeros cortos versaban sobre eso, involucran a la familia desde esa óptica. 

Cuando voy armando historias es prácticamente acercar la cotidianeidad a mi trabajo, estoy conectado diario al internet para ver qué pasa en el mundo, leo dos o tres periódicos, me empapo de mi realidad. Mi cine intenta conectar con la realidad, por eso me gusta decir que es más real, por ejemplo ahorita estoy trabajando en un proyecto sobre Atenco y estoy documentándome para tener el punto de vista de los involucrados.

- ¿Cómo trabajas con el guión? ¿Lo abordas distinto cuando no está escrito por ti? 


Desde que escribo un guión voy imaginando los espacios, las locaciones, trazo ideas; mis películas arrancan desde el momento en que empiezo a escribir.  Hay algunas personas que tienen influencia sobre lo que escribo, uno de ellos es mi fotógrafo, él lee el argumento y me da opciones, ideas sobre el cómo se resuelve. Tengo un tumblr en donde voy guardando imágenes e ideas que comparto con mi equipo. Todos mis guiones tienen referencias personales. Cuando he trabajado guiones de otras personas como Chalán de Edgar San Juan, (proyecto desarrollado dentro del programa de largometrajes para televisión lanzado por Canal 22), que no tenía nada cercano a mí, lo que hice fue atraer referencias, jalar, dotar a los personajes de guiños que me hacen apropiarme de ellos, busco una afinidad a lo que conozco. Narrar una historia a partir de mis referentes es mi manera de abordar lo que no escribo.
 
Me gustan las dos opciones, es más cómodo obviamente trabajar mi historia, ya que desde que voy escribiendo, voy visualizando la puesta de cámara, el espacio, los movimientos; creo el universo desde el papel. En el otro arranco desde cero y a partir de cero, son dos experiencias  totalmente distintas pero igualmente de satisfactorias.

- ¿Y con tus actores, cuál es tu manera de construir la ficción? 


Los actores son mi arma secreta, mi cine es una apuesta a su trabajo, respeto y agradezco profundamente la manera en que muchos buenos actores se regalan a la ficción. Yo hago mucho trabajo con los actores, me ayuda a poner en la mesa lo que me hace falta. Con los actores les presto mucha atención en tono, que no estén pasados, que no pierdan el tren de pensamiento, que ubiquen en qué momento de su línea de emoción se encuentran. Propicio un set en dónde se entienda qué para que la magia del cine opere en su totalidad, los actores son pieza fundamental, de nada sirve una luz perfecta y una maquinaria impecable si no hay una buena actuación, hago un ambiente de protección para ellos.

Uno de los retos, es lograr en un actor una interpretación idónea entendiendo el proceso de filmación de las películas que no es lineal. Me gusta que el ambiente en el set sea de respeto, trato de que sea amistoso, trabajo en voz baja, me gusta el silencio además de que ayuda a crear un ambiente de concentración. Para construir esta visión me ayudo mucho mi hermano que es actor, siempre he estado cercano al teatro, además de que es obvio que el trabajo actoral necesita eso. 

A mí las películas que me interesan como espectador son aquellas donde se muestran ejercicios actorales altos, con actuaciones elevadas. Nunca voy apostar por una película en donde haya muchos efectos especiales y nada de trabajo en el actor. Sobre el proceso, regularmente me reúno con ellos para hacer lecturas del guión, se lee el texto, trabajamos juntos para tener claros los objetivos de los personajes, los ayudo a traer cosas de la realidad o de su vida para ir llenando las experiencias de los personajes. Ayudo a reconocer las atmósferas, ubicar los medios ambientes de las secuencias. Es importante decir que es un análisis, una construcción más no ensayo, pues mi apuesta es por la inteligencia del actor, voy por los actores inteligentes, entendiendo que me gusta dar el chance de que me muestren su capacidad que tienen para cifrar un texto. Me gusta dotar al actor de herramientas para que si es el caso de qué se pierda o no sepa en qué punto de la historia se encuentra (a nivel emocional o de otro tipo) se trabaja en recordar la estructura que juntos construimos. Individualmente tengo una plática muy intima con ellos, mi objetivo es construir un mapa emocional del personaje a partir de su experiencia y de su inteligencia.

- Al referirte a un mapa emocional supongo, ¿es una especie de partitura?


Sí, en este mapa lo que hago es hacer escalas, dividimos las secuencias y ponemos los niveles de emoción, buscamos los por qué de que un personaje este afectado de tal o cual manera, esto los ayuda principalmente a que sepan donde tienen que colocarse emotivamente en determinado punto del guión, los guía . Para que se entienda, en el trabajo que hice para 72 (cortometraje producido por Juan José Campanella, 2012), converse con cada uno sobre las experiencias de muerte que habían vivido -lo que significaba para ellos o cómo habían experimentado tal experiencia si era el caso- , en el set ésta construcción me ayudo para explicarles por donde necesitaba exactamente que los personajes atravesarán, ayuda para atraer . 

Todo este trabajo me ayuda para llegar al set y que surja de una manera natural el trabajo del actor, generalmente les explico donde va la cámara, nada más, pues ellos al llegar al set entienden perfectamente lo que el personaje va hacer.
 
- ¿ Qué buscas en un actor para invitarlo a un proyecto?


Para elegir un actor, conforme escribo voy imaginándome rostros de ciertos actores en especifico con los que me interesa trabajar. En otros casos hago casting. Cuándo hago una prueba observo sobre todo el nivel de interpretación, después me fijo en que estén lo más cercano a la edad que tenga el personaje -aunque hay casos como el de Francisco Barreiro en Somos lo que hay en dónde no me importo que se cumpliera esto-. Sobre todo me gusta que se vean reales, que puedan representar a la gente que existe en la calle, no me gustan los actores que son toda perfección o que se nota que no pertenecen al grueso de la población, la cámara se encarga de exponerlos a ese nivel. En general prefiero actores poco conocidos porque la gente no los reconoce y se deja seducir por la historia.

No es que esté en contra de actores conocidos ni nada al respecto, simplemente a veces entre más experiencia tiene un actor, suele tener más resistencia o más muletas o conoce tan bien el sistema de trabajo que a él le funciona, que es muy difícil sacarlo de ahí para que pruebe otras formas.

- ¿Qué opinas de la herramienta de Improvisar en el set, crees que ayude al actor?

 
La improvisación la veo como una herramienta que ocurre después de analizar, de platicar, de haber dotado como director al actor de herramientas para que pueda aportar desde el conocimiento, no desde a ver qué sucede, sino desde la posibilidad de haber entendido la situación, la trama; vuelvo desde su capacidad de cifrar a partir de haber entendido el guión.

En 72 cuando un personaje llega hubo mucha improvisación al momento de filmar esa secuencia, quede satisfecho con el resultado, pero atrás había muchos ejercicios que sostenían al actor para improvisar, en eso sí creo, en la improvisación basada en el trabajo no en la ocurrencia.

- ¿Qué opinas de que Somos lo que hay (tu Opera Prima) sea más reconocida en el extranjero que en nuestro país?


Fue un poco triste la respuesta de ciertas personas en nuestro país. Somos lo que hay es la primer película mexicana que deciden hacer un remake en otro país, me es inaudito que esta historia haya seducido en otro país, además de que fue seleccionada en diversos festivales entre ellos Cannes y tuvo muy buena recepción. Mucho tiene que ver el trabajo en equipo, para mí lo principal de todo lo que ha sucedido es que reconocen el trabajo de una producción. Desde mi punto de vista eso le falta a nuestra industria, apoyar más a las producciones como un trabajo colectivo, no solamente como el de una persona. En México necesitamos fortalecer la industria desde mirarnos como iguales, con un sentido de comunidad, por ejemplo en Cannes la experiencia fue increíble, conocí a cineastas que son leyendas en la industria mundial y al convivir de cerca te tratan de igual, con mucho respeto, cosa que a veces aquí no sucede.

Lo interesante de que se trabaje una propuesta tuya en el extranjero es que puedes examinar a la sociedad de por allá. No me interesa una historia de caníbales, es volver el tema simplista, para mi es la historia de una familia marginada, los outsiders en busca de un líder de su manada; ese es el tipo de historia que escribí, por eso puse un par de condiciones, los ayude con la reescritura del guion y me interesa conocer la marginalidad de esa sociedad por medio de esta nueva cinta.

- ¿Es fácil ser cineasta en nuestro país?  


No es dificilísimo. Es difícil porque existen pocas opciones de financiamiento, al existir pocos fondos y al ser muchos los interesados, las posibilidades de que tu proyecto sea el beneficiado son pocas. Al final no es tan complicado filmar, con las nuevas tecnologías juntas un poquito de dinero y te lanzas a levantar tu proyecto. Lo complicado viene después en la exhibición, hay muchas películas que se quedan enlatadas y sin espacios para ser exhibidas, ese es un gran problema.

 
- Por último, ¿por qué crees que es importante seguir haciendo cine en México?


En principio el cine es la crónica de nuestro tiempo. Es necesario, es una obligación y es importante porque el momento nos exige no ser frívolos, tenemos que ser útiles con nuestro trabajo, de lo contrario negamos lo que sucede alrededor y el cine ayuda a realizar esta reflexión de la realidad. En lo personal hacer cine es el cúmulo de miradas, la mía desde el guión, desde la dirección hasta ir sumando las visiones del fotógrafo, de los actores, de los diseñadores de producción, de todos los que trabajamos en ella.

Además, es un ejercicio de inteligencia, para que una película se vea en pantalla necesitó de mucha reflexión para llegar a ese punto, por eso para mí es muy importante conectarme con lo que me rodea, pues el sentido del artista desde mi perspectiva es su capacidad de alimentarse de su alrededor, de reflexionar sobre lo que sucede y México no puede permitirse no pensar, de ahí la importancia de seguir haciendo cine, de seguir buscando las formas en que conectamos con nuestra realidad.    
                    
30 de junio 2012, Ciudad de México