Actriz, Ciudad de México
Eileen Yañez se prepara para nuevos proyectos en cine. |
¿Cómo es tu acercamiento a la actuación?
Tuve una educación muy abierta desde el kínder. Mi infancia
estuvo ligada a las artes, estudie música, danza y teatro. Luego entre al Cedart
en la secundaria y continué estudiando danza, de hecho hice un año y baile profesionalmente, sin embargo, descubrí que no me gustaba
pagar el precio de ser bailarina, me iba a matar del estrés.
Entonces tome la decisión de dedicarme a la actuación,
busque opciones y entre a la ENAT (Escuela Nacional de Arte Teatral), continué con mis estudios ahora como actriz
y fue ahí cuando Claudia Ríos me invita a trabajar en una obra llamada Las
Gelatinas, que fue un proyecto muy importante en mi vida. Fue un momento bien
creativo, porque me permitió estar actuando en teatro, seguir con mi formación
como actriz y además tenía la oportunidad de continuar bailando en
coreografías, fue un momento de plenitud.
Y el cine, ¿en qué momento lo encuentras o te encuentra?
No lo sé, gracias a las Gelatinas me invitan a hacer un corto
con Ana Guevara para las Olimpiadas de Atenas, ese fue mi primer acercamiento con
el cine. Seguí haciendo algunos cortometrajes hasta que me encuentro con
Micaela en Desierto Adentro (Rodrigo Plá, 2008).
Esa oportunidad me llego, yo estaba en un año sabático
resolviendo cuestiones de mi vida y en ese momento decido ser adjunta de un
maestro, estaba dando clases y en la cafetería de la escuela me encuentro con
Elisa Miller (Vete más lejos Alicia, 2010) quién me invitó a realizar un
casting, pese a que el perfil era el de una persona más joven que yo.
Hice dos call backs hasta que me avisaron que el personaje era mío.
Muy natural, entiendo a la cámara. Desde el primer momento,
creo que por escuchar a otras personas hablar sobre sus experiencias como
actores, entendí el tipo de trabajo que se requiere. Toda la energía que tienes
que utilizar para actuar en teatro, en cine lo tienes que contener y lo hice, no
me lo pregunte, estaba. Con el paso del tiempo para aprender más, lo que hago
es verme, pero no en el momento del set, nunca me veo cuando estoy filmando,
porque corres el riesgo de empezar a juzgarte y no dejas que las cosas sucedan;
sino después me observo, ese es mi entrenamiento. Cuando me veo me pregunto qué
tanto hay de verdad ahí, aprendí a desarrollar una técnica personal.
Cuando hablo de técnica me refiero no solo al conocimiento
de saber a dónde mirar o conocer los ejes, sino que a veces el cuadro es tan
cerrado, que por más que estés sintiendo debes ser consciente de cómo
manejas tus recursos expresivos, a veces solo basta con un bajar la mirada o un
gesto con las manos. Los personajes más interesantes son aquéllos que no
muestran por lo que están pasando, no son obvios; pero el público si tiene que
entender claramente su historia, sus emociones, por lo que pasan. Las mejores
actuaciones no son donde un actor llora y se desagarra, sino en donde hay un
trabajo en decir con el cuerpo lo que no puedes decir con las palabras.
Yo no puedo construir un personaje si no es a partir del
cuerpo, de sus sensaciones físicas. Para mí, es básico encontrar en mi cuerpo
las resonancias, las emociones de mis personajes aunque la cámara no lo
registre. Hacer una pequeña acción mientras se filma la escena me ayuda a
mostrar el universo interno, por ejemplo en el personaje que hice en La Zona
(Rodrigo Plá, 2007), durante el interrogatorio, mi personaje atraviesa por un
momento crítico, decidí durante la secuencia traer una servilleta en las manos
y apretar la mandíbula. Eso me ayudo mucho,
fue una aportación mía desde la intuición.
También con el vestuario, para mi es importantísimo; cuando se puede trato de estar muy vinculada con la gente de vestuario; por ejamplo con Micaela propuse la manera en que usa su rebozo, por la época las mujeres tenían que llevar esa prenda, pero por el carácter del personaje, que es una chava libre que siempre anda corriendo, trepandose en los árboles, no podía llevar el rebozo de forma convencional, así que propuse llevarlo amarrado en la cintura, eso lo pensé al momento de estar realizando las pruebas de vestuario. En Días de Gracia, se manejaron los vestuarios por colores a partir de lo que son los personajes, además ahí lleve una prótesis de embarazo y de busto que pesaba muchísimo, obvio, me ayudo al momento de conectar con el personaje al momento de caminar, de moverse, de hacer actividades, todo el tiempo sudaba, me metió en el universo de Maxedonia.
También con el vestuario, para mi es importantísimo; cuando se puede trato de estar muy vinculada con la gente de vestuario; por ejamplo con Micaela propuse la manera en que usa su rebozo, por la época las mujeres tenían que llevar esa prenda, pero por el carácter del personaje, que es una chava libre que siempre anda corriendo, trepandose en los árboles, no podía llevar el rebozo de forma convencional, así que propuse llevarlo amarrado en la cintura, eso lo pensé al momento de estar realizando las pruebas de vestuario. En Días de Gracia, se manejaron los vestuarios por colores a partir de lo que son los personajes, además ahí lleve una prótesis de embarazo y de busto que pesaba muchísimo, obvio, me ayudo al momento de conectar con el personaje al momento de caminar, de moverse, de hacer actividades, todo el tiempo sudaba, me metió en el universo de Maxedonia.
Ya en el set con los directores siempre estoy preguntando,
no me quedo con dudas -casi siempre me contestan-, pregunto lo que quieren
decir con tal o cual cosa, es difícil encontrar los tiempos para trabajar de
esta manera pues no hay muchas lecturas, pero afortunadamente me ha tocado
estar con directores muy comprometidos con su quehacer, por ejemplo con Rodrigo
Plá (La Demora, 2012) su visión es tan
exacta y particular de lo que quiere
hacer que en tres palabras entiendas lo que busca. Con Ignacio Ortiz para El Mar
Muerto (2010), fue un casting como de dos meses, eso lo tome como ensayos y me
permitió entender que es lo que quería. Con Everardo Gout (Días de Gracia,
2012) -me parece desde mi experiencia- es uno de los mejores, tiene una capacidad de
escucharte, de apasionarse con tus propuestas, de construir a partir de lo que tu propones; pero te pone
límites, le da forma a todos los
impulsos que los actores proponemos, es brillante. Con él estas en constante
retroalimentación, te manda imágenes, te pone música, te comparte lo que ve y
escucha para que juntos construyamos la escena, tiene la capacidad para poder
crear relaciones, Everardo te presenta a tus compañeros y de alguna manera extraña terminas creando
lazos de amistad, tiene una maravillosa luz que hace que termines siendo amigo
de las personas.
¿Cómo eliges tus proyectos?
No sé, creo que busco verdad y pasión en las propuestas, en
todo. Siempre lo digo tuve la maravillosa y cruel oportunidad de hacer una
película (Desierto Adentro) con uno de los guiones más hermosos que he leído en
mi vida, me toco interpretar a un personaje tan bien construido, que al final
crees que todas las películas podrían ser así y lamentablemente no sucede muy a
menudo, pero apuesto en los proyectos por buscar nuevas experiencias.
¿Cómo te relacionas con el guión?
No me relaciono –risas- ; leo el guión una vez, después dejo
pasar un tiempo y cuando está próxima la fecha de filmar, lo leo obsesivamente,
hago un trabajo de mesa yo sola o con el director si hay la oportunidad. Lo
suelto y dejo que la imaginación haga su labor. Durante el rodaje lo tomo como
una guía para recordar cómo va la historia, si es tal secuencia, pero no más.
Porque si me amarro al guión - muchos directores cambian cosas durante el proceso de filmación-, no me
dejaría conducir por su propuesta, podría caer en la necedad de preguntar pero
si el guión marca esto o aquello; al final todas las propuestas que
desarrollo parten siempre del guión.
Y ¿qué opinas de la improvisación, la utilizas en el set?
Si la utilizo, es importante, la improvisación tiene que ser
algo natural, no es bajo la consigna de ver que es lo que se te ocurre, sino es
algo que te llega desde la intuición, lo propones al momento de estar en el
set, en función de ver como se está desarrollando el trabajo y como aporta para
contar esa secuencia. Sobretodo improviso a nivel de gestos, no hablo de la
máscara, sino de los gestos de las manos, del cuerpo, de los signos.
¿Cuándo termina un rodaje, que sigue en el proceso, como te
desprendes de tus personajes?
Creo que nunca me desprendo de ellos, porque me queda esa
experiencia emocional, para mi actuar es tener experiencias emocionales,
obviamente me desprendo de las manías que me hacían llegar al personaje, eso no
me importa, que se vayan. Lo que me importa es quedarme con haber sentido por un
segundo una situación que tal vez nunca me va tocar vivir.
¿Sientes algún tipo de responsabilidad al ser una de las actrices jóvenes
más reconocidas por la crítica?
El reconocimiento no me implica una responsabilidad - al final los premios son caricias al ego-, la verdadera responsabilidad es con mis personajes. No me permito dejar un personaje mal, para mí es muy importante un personaje, yo empecé a ser actriz, porque me di cuenta que veía algo ahí que me hacía sentirme acompañada en la vida, y eso busco. El mejor halago que me pueden decir no es que bien lo hiciste o que bonita te veías; sino me hiciste recordar o me llevaste a sentir que no soy el único que ha pasado por tal situación, eso es lo más bonito.
El reconocimiento no me implica una responsabilidad - al final los premios son caricias al ego-, la verdadera responsabilidad es con mis personajes. No me permito dejar un personaje mal, para mí es muy importante un personaje, yo empecé a ser actriz, porque me di cuenta que veía algo ahí que me hacía sentirme acompañada en la vida, y eso busco. El mejor halago que me pueden decir no es que bien lo hiciste o que bonita te veías; sino me hiciste recordar o me llevaste a sentir que no soy el único que ha pasado por tal situación, eso es lo más bonito.
¿Para ti ser actriz mexicana en estos tiempos significa?
Una responsabilidad de ser congruente conmigo misma. Si un
actor es congruente con lo que dice y con lo que hace, tal vez no te guste,
pero si es honesto le va llegar a la gente y tal vez haya alguien que diga, yo
quiero ser honesto, porque no lo intento, empezaría un cambio. Un actor tiene la responsabilidad de
informarse de su realidad, de no vivir en su esfera. Hay que ser comprometidos.
Yo actúo para que la gente se sienta acompañada, para que se
pueda identificar con lo que ven en pantalla, sin el afán de educar a nadie, yo
no le voy a decir a la gente como vivir su vida, yo lo único que puedo hacer es
compartir mi trabajo, solo eso y nada más.
NOTA: El día 2 de Junio se realizó la 54a entrega del premio Ariel otorgado por la AMACC, la ganadora como Mejor Actriz en Coactuación Femenina fue Eileen Yañez por su trabajo en Días de Gracía. Con esto se une a la selecta lista de actrices en obtener doblemente este reconocimiento.
NOTA: El día 2 de Junio se realizó la 54a entrega del premio Ariel otorgado por la AMACC, la ganadora como Mejor Actriz en Coactuación Femenina fue Eileen Yañez por su trabajo en Días de Gracía. Con esto se une a la selecta lista de actrices en obtener doblemente este reconocimiento.
Ciudad de México, 23 de Mayo 2012
Col. Roma
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