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Ivan Cortes professionals studied acting at the University Center Theater, UNAM He has worked in film, theater and television in various projects with some of the most important directors in Mexico. Ariel Award nominee granted by the Mexican Academy of Motion Picture Arts and Sciences in 2010 by Backyard. With his project: "The Structure of spontaneity" was awarded the scholarship stage creators in Specialty: Actors Film and Video 2011-2012 issued by the FONCA in Mexico. In 2012 he was part of the Talent Campus Guadalajara FICG, as one of the emerging talents in the region of Mexico, Central America and the Caribbean. "The Eye of CreAcción" born during this stage research process.

sábado, 26 de mayo de 2012

Eileen Yañez: los personajes y sus sensaciones



Actriz, Ciudad de México


Eileen Yañez se prepara para nuevos proyectos en cine.
Cuando se esta frente a Eileen Yañez, lo primero en lo que uno puede perderse es en la profundidad y melancolía de su mirada; poseedora de unos  hermosos ojos, es capaz de captar las miradas de los demás sin hacer nada, su sola presencia emana una curiosidad por saber  quién  es ella. Seguramente los que nos miran, no saben que estoy frente a una de las más respetadas actrices de nuestra cinematografía, prueba de ello son los reconocimientos otorgados por la Academia Mexicana de Cine a su trabajo: el Ariel como Mejor Actriz en Coactuación Femenina por Desierto Adentro (Rodrigo Plá en 2009) y su más reciente nominación en la misma categoría por Días de Gracia (Everardo Gout, 2012). La cita fue una mañana de Mayo para conversar sobre su trabajo; distante del lugar común donde muchos actores desarrollan su quehacer, Eileen nos abrió como pocas veces las puertas de su intimidad, esa que le permite seguir construyendo su verdad desde su gran sensibilidad y corazón.


¿Cómo es tu acercamiento a la actuación?

Tuve una educación muy abierta desde el kínder. Mi infancia estuvo ligada a las artes, estudie música, danza y teatro. Luego entre al Cedart en la secundaria y continué estudiando danza, de hecho hice un año y baile profesionalmente, sin embargo, descubrí que no me gustaba pagar el precio de ser bailarina, me iba a matar del estrés.
Entonces tome la decisión de dedicarme a la actuación, busque opciones y entre a la ENAT (Escuela Nacional de Arte Teatral), continué con mis estudios ahora como actriz y fue ahí cuando Claudia Ríos me invita a trabajar en una obra llamada Las Gelatinas, que fue un proyecto muy importante en mi vida. Fue un momento bien creativo, porque me permitió estar actuando en teatro, seguir con mi formación como actriz y además tenía la oportunidad de continuar bailando en coreografías, fue un momento de plenitud.


Y el cine, ¿en qué momento lo encuentras o te encuentra?

No lo sé, gracias a las Gelatinas me invitan a hacer un corto con Ana Guevara para las Olimpiadas de Atenas, ese fue mi primer acercamiento con el cine. Seguí haciendo algunos cortometrajes hasta que me encuentro con Micaela en Desierto Adentro (Rodrigo Plá, 2008).

Esa oportunidad me llego, yo estaba en un año sabático resolviendo cuestiones de mi vida y en ese momento decido ser adjunta de un maestro, estaba dando clases y en la cafetería de la escuela me encuentro con Elisa Miller (Vete más lejos Alicia, 2010) quién me invitó a realizar un casting, pese a que el perfil era el de una persona más joven que yo. Hice dos call backs hasta que me avisaron que el personaje era mío.

Teniendo una formación teatral, ¿cómo es tu relación con la cámara?

Muy natural, entiendo a la cámara. Desde el primer momento, creo que por escuchar a otras personas hablar sobre sus experiencias como actores, entendí el tipo de trabajo que se requiere. Toda la energía que tienes que utilizar para actuar en teatro, en cine lo tienes que contener y lo hice, no me lo pregunte, estaba. Con el paso del tiempo para aprender más, lo que hago es verme, pero no en el momento del set, nunca me veo cuando estoy filmando, porque corres el riesgo de empezar a juzgarte y no dejas que las cosas sucedan; sino después me observo, ese es mi entrenamiento. Cuando me veo me pregunto qué tanto hay de verdad ahí, aprendí a desarrollar una técnica personal.

Cuando hablo de técnica me refiero no solo al conocimiento de saber a dónde mirar o conocer los ejes, sino que a veces el cuadro es tan cerrado, que por más que estés sintiendo debes ser consciente de cómo manejas tus recursos expresivos, a veces solo basta con un bajar la mirada o un gesto con las manos. Los personajes más interesantes son aquéllos que no muestran por lo que están pasando, no son obvios; pero el público si tiene que entender claramente su historia, sus emociones, por lo que pasan. Las mejores actuaciones no son donde un actor llora y se desagarra, sino en donde hay un trabajo en decir con el cuerpo lo que no puedes decir con las palabras.

¿Como preparas  a tus personajes?

 
Yo no puedo construir un personaje si no es a partir del cuerpo, de sus sensaciones físicas. Para mí, es básico encontrar en mi cuerpo las resonancias, las emociones de mis personajes aunque la cámara no lo registre. Hacer una pequeña acción mientras se filma la escena me ayuda a mostrar el universo interno, por ejemplo en el personaje que hice en La Zona (Rodrigo Plá, 2007), durante el interrogatorio, mi personaje atraviesa por un momento crítico, decidí durante la secuencia traer una servilleta en las manos y apretar la mandíbula. Eso me ayudo mucho,  fue una aportación mía desde la intuición.


También con el vestuario, para mi es importantísimo; cuando se puede trato de estar muy vinculada con la gente de vestuario; por ejamplo con Micaela propuse la manera en que usa su rebozo, por la época las mujeres tenían que llevar esa prenda, pero por el carácter del personaje, que es una chava libre que siempre anda corriendo, trepandose en los árboles, no podía llevar el rebozo de forma convencional, así que propuse llevarlo amarrado en la cintura, eso lo pensé al momento de estar realizando las pruebas de vestuario. En Días de Gracia, se manejaron los vestuarios por colores a partir de lo que son los personajes, además ahí lleve una prótesis de embarazo y de busto que pesaba muchísimo, obvio, me ayudo al momento de conectar con el personaje al momento de caminar, de moverse, de hacer actividades, todo el tiempo sudaba, me metió en el universo de Maxedonia.


Ya en el set con los directores siempre estoy preguntando, no me quedo con dudas -casi siempre me contestan-, pregunto lo que quieren decir con tal o cual cosa, es difícil encontrar los tiempos para trabajar de esta manera pues no hay muchas lecturas, pero afortunadamente me ha tocado estar con directores muy comprometidos con su quehacer, por ejemplo con Rodrigo Plá (La Demora, 2012)  su visión es tan exacta y  particular de lo que quiere hacer que en tres palabras entiendas lo que busca. Con Ignacio Ortiz para El Mar Muerto (2010), fue un casting como de dos meses, eso lo tome como ensayos y me permitió entender que es lo que quería. Con Everardo Gout (Días de Gracia, 2012) -me parece desde mi experiencia-  es uno de los mejores, tiene una capacidad de escucharte, de apasionarse con tus propuestas, de construir  a partir de lo que tu propones; pero te pone límites, le da  forma a todos los impulsos que los actores proponemos, es brillante. Con él estas en constante retroalimentación, te manda imágenes, te pone música, te comparte lo que ve y escucha para que juntos construyamos la escena, tiene la capacidad para poder crear relaciones, Everardo te presenta a tus compañeros  y de alguna manera extraña terminas creando lazos de amistad, tiene una maravillosa luz que hace que termines siendo amigo de las personas.


Eileen interpreta a Maxedonia en Dias de Gracia

¿Cómo eliges tus proyectos?
No sé, creo que busco verdad y pasión en las propuestas, en todo. Siempre lo digo tuve la maravillosa y cruel oportunidad de hacer una película (Desierto Adentro) con uno de los guiones más hermosos que he leído en mi vida, me toco interpretar a un personaje tan bien construido, que al final crees que todas las películas podrían ser así y lamentablemente no sucede muy a menudo, pero apuesto en los proyectos por buscar nuevas experiencias.




¿Cómo te relacionas con el guión?

No me relaciono –risas- ; leo el guión una vez, después dejo pasar un tiempo y cuando está próxima la fecha de filmar, lo leo obsesivamente, hago un trabajo de mesa yo sola o con el director si hay la oportunidad. Lo suelto y dejo que la imaginación haga su labor. Durante el rodaje lo tomo como una guía para recordar cómo va la historia, si es tal secuencia, pero no más. Porque si me amarro al guión - muchos directores cambian  cosas durante el proceso de filmación-, no me dejaría conducir por su propuesta, podría caer en la necedad de preguntar pero si el guión marca esto o aquello; al final todas las propuestas que desarrollo parten siempre del guión.


Y ¿qué opinas de la improvisación, la utilizas en el set?

Si la utilizo, es importante, la improvisación tiene que ser algo natural, no es bajo la consigna de ver que es lo que se te ocurre, sino es algo que te llega desde la intuición, lo propones al momento de estar en el set, en función de ver como se está desarrollando el trabajo y como aporta para contar esa secuencia. Sobretodo improviso a nivel de gestos, no hablo de la máscara, sino de los gestos de las manos, del cuerpo, de los signos.


¿Cuándo termina un rodaje, que sigue en el proceso, como te desprendes de tus personajes?

Creo que nunca me desprendo de ellos, porque me queda esa experiencia emocional, para mi actuar es tener experiencias emocionales, obviamente me desprendo de las manías que me hacían llegar al personaje, eso no me importa, que se vayan. Lo que me importa es quedarme con haber sentido por un segundo una situación que tal vez nunca me va tocar vivir.


¿Sientes algún tipo de responsabilidad al ser una de las actrices jóvenes más reconocidas por la crítica?


El reconocimiento no me implica una responsabilidad - al final los premios son caricias al ego-, la verdadera responsabilidad es con mis personajes. No me permito dejar  un personaje mal, para mí es muy importante un personaje, yo empecé a ser actriz, porque me di cuenta que veía algo ahí que me hacía sentirme acompañada en la vida, y eso busco. El mejor halago que me pueden decir no es que bien lo hiciste o que bonita te veías; sino me hiciste recordar  o me llevaste a sentir que no soy el único que ha pasado por tal situación, eso es lo más bonito.

¿Para ti ser actriz mexicana en estos tiempos significa?

Una responsabilidad de ser congruente conmigo misma. Si un actor es congruente con lo que dice y con lo que hace, tal vez no te guste, pero si es honesto le va llegar a la gente y tal vez haya alguien que diga, yo quiero ser honesto, porque no lo intento, empezaría un cambio.  Un actor tiene la responsabilidad de informarse de su realidad, de no vivir en su esfera. Hay que ser comprometidos.

Yo actúo para que la gente se sienta acompañada, para que se pueda identificar con lo que ven en pantalla, sin el afán de educar a nadie, yo no le voy a decir a la gente como vivir su vida, yo lo único que puedo hacer es compartir mi trabajo, solo eso y nada más.


NOTA: El día 2 de Junio se realizó la 54a entrega del premio Ariel otorgado por la AMACC, la ganadora como Mejor Actriz en Coactuación Femenina fue Eileen Yañez por su trabajo en Días de Gracía. Con esto se une a la selecta lista de actrices en obtener doblemente este reconocimiento.


Ciudad de México, 23 de Mayo 2012
Col. Roma


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