Todo inicio tiene un fin, en este caso, llegamos a la sexta semana de entrenamiento y es momento de finalizar esta parte del proceso. Hablo en plural porque como bien dije, esta experiencia ha sido colectiva. Durante este ciclo hemos aprendido, conocido, jugado y exprimentado la sensación de lanzarnos al vacío desde cero. Construimos historias partiendo del recurso más valioso con que contamos los actores: nuestro cuerpo, nuestro instrumento, nuestra imaginación, en pocas palabras nosotros mismos.
Nos abrimos a las posiblidades de expresarnos a partir del sí. Desarrollamos narraciones aceptando las propuestas del otro, compartimos universos, generamos espacios, atmósferas, propiciamos relaciones, niveles en esas relaciones, encontramos las maneras de manifestar nuestras ideas.
Miramos al pasado para construir a partir de él, nuestras miradas se nublarón cuando quisimos ver al futuro. Tomamos decisiones para determinar los rumbos de las historias, vislumbramos desenlaces, se nos agotaron las ideas al querer imponer nuestra propuesta. Nuestros sentidos estuvieron alerta y escuchamos lo más que podíamos. Estuvimos en el aquí y ahora, habitamos nuestros presentes.
El actor como constructor de ficciones en el espacio vacío -como bien lo dice Peter Brook- es la tarea a la que nos enfrentamos en cada sesión durante este entrenamiento, así como lo enfrentamos cada día en la escena o en un set. Aunque la cotidianeidad y los tiempos nos hagan olvidar con bastante frecuencia que lo único que se necesita para que suceda un acto de ficción es un actor y un espectador.
Me gustaría concluir esta bitácora con un apunte que escribi en referencia a este gran rompecabezas sobre lo que significa para mi, Improvisar:
" Lo espontáneo es la vida, carece de una estructura , sin embargo para que podamos generar vitalidad en la ficción, es necesario ayudar a nuestros recursos expresivos para que faciliten esos momentos. El entrenamiento es quién nos dotará de las estructuras para mantenernos alertas en el presente, para sensibilizarnos con nuestro instrumento, para ayudarlo a la creación de momentos verosimiles en la ficción. Cualquier predisposición o anticipación en las historias es un engaño al proceso creativo de un actor. La Tecnica de Improvisación es una herramienta que dota a un actor de autonomía en los procesos creativos. Lo complejo radica en que la técnica necesita de un entendimiento profundo por parte del creador sobre su entrenamiento, sobre su actoralidad, de lo contrario se corre el riesgo de perderse ante la riqueza y generosidad de esta herramienta".
Improvisar requiere de una madurez y disciplina para favorecer los actos de creación en un actor. Improvisar durante este tiempo ha sido recuperar la alegria por jugar, por crear desde la generosidad, desde el compartir.
Integrantes del grupo de Improvisación Teatral, Ciudad de México 2012. |
Ciudad de México, Mayo 2012
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