Actriz, Ciudad de México
Adriana Paz se prepara para protagonizar Hilda de Andrés Clariond. |
Adriana Paz es una actriz mexicana
formada en las aulas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en la
carrera de Literatura Dramática y Teatro. Mi primer encuentro con ella fue en
la lectura de guión de Backyard El Traspatio (Carlos Carrera, 2009), ahí
descubrí a una actriz poseedora de una voz melodiosa, de un presencia sensual,
de una mirada intensa, vivaz y profunda. Más tarde fui testigo de su amplio
registro de interpretación al observar su trabajo en la taquillera Rudo y Cursí
(Carlos Cuarón, 2008), su papel de “Toña” le valió entre otras cosas una
nominación como Mejor Actriz en Coactuación Femenina en los premios Ariel 2009.
Cualquiera que conoce a Adriana puede estar de acuerdo que es poseedora de uno
de los rostros más bellos en nuestro cine, para mí la profundidad de su belleza
radica en esa capacidad que tiene para mutarse en la piel de sus personajes, un
acto de generosidad imprescindible al momento de contar una historia, Pronto
podremos verla en acción en las cintas: Hilda (Andrés Clariond, 2012), Morelos (Antonio Serrano, 2012) y Las
Horas Muertas (Aarón Fernández, 2012). Me reuní con ella una mañana de
Junio para platicar un poco sobre su vida; divertida como es y en compañía de
Ginger -su mascota- nos abrió las
puertas de su casa para hablar sobre las decisiones que ha tomado al momento de
estar en un set, esas que la han llevado a ser la gran actriz que es.
- - ¿Cómo llega tu primera oportunidad en
cine?
Las Horas Muertas de Aarón Fernández. Foto: Lein de León |
El hacer cine fue una decisión,
estudie la carrera de Teatro en la UNAM en la Facultad de Filosofía y Letras,
viví un tiempo en España, al regresar yo
sabía que quería experimentar en ese
lenguaje, quería vivir la experiencia y le dedique toda mi energía, para
conseguirlo al volver a México empecé a
realizar castings. Mi primer oportunidad
fue en una cinta independiente que levantaba un egresado de la Universidad de
los Baños de Cuba, había escrito un guión, contaba con una cámara de alta
definición y quería dirigir, fui a la
prueba, al final me propuso integrarme a su proyecto. El largometraje se
llamo Todos los besos (César Aliosha, 2008), se estreno
en el ya extinto FICCO de la Ciudad de México, tuvo un recorrido internacional,
le fue bastante bien para ser un
proyecto chiquito; esa fue mi primera oportunidad.
Después vino un Mexicano más (René
Cardona III) e inmediatamente llegó Rudo y Cursi (Carlos Cuarón, 2008), la cual
fue una gran experiencia, muy distinta a
lo que había conocido hasta ese momento. Fue una película con más presupuesto, un
equipo grande de trabajo, actores muy conocidos, además un éxito en taquilla,
esta experiencia me permitió conocer a la industria del cine en todas sus
dimensiones.
- -- Hablas de qué tu acercamiento al cine
fue una decisión. ¿Qué te sedujo para querer trabajar en este lenguaje?
El Mar Muerto Foto: Gabriel G. de Alba. |
Creo que siempre fue mi objetivo,
incluso desde antes de empezar a estudiar, desde chiquita me encantaba ir al
cine, siempre pensé que quería hacer eso que veía en las películas, pero era
consciente de que debía prepararme. Esa magia de verte en la pantalla, de mirar
de otra manera la vida fue lo que me motivo, es una sensación de emoción y
nervios. Ya cuando tuve la oportunidad de estar en un rodaje, me sedujo
completamente la experiencia de confrontarte con la realidad. La posibilidad de
viajar e ir hasta las entrañas de las
historias es muy estimulante; por ejemplo en Backyard (Carlos Carrera,2009),
una cinta que habla sobre los feminicidios en Ciudad Juárez, estuvimos en muchos de los lugares donde sucedieron los
hechos, fue una gran lección que marco
un crecimiento muy fuerte en mí.
Además, el vivir de cerca los procesos
de cómo toman forma las películas es fascinante; desde ir conociendo las
locaciones, hasta poder mirar cómo los
departamentos – vestuario, maquillaje, arte- van proponiendo y van armando
contigo los personajes, para que después lleguen los editores y de pedacitos
construyan las historias, finalizando en una película que quedará a la vista de todos por siempre, es una
experiencia única.
- - Ya que mencionas las experiencias de
vivir un rodaje y dada tu formación ¿Cómo ha sido el proceso para entender el
trabajo que hace un actor en el cine?
También aprendí sobre el cómo se
trabaja, el que no es continuo en su trayectoria; como actriz no sabes cómo
empiezas, tienes que aprender muy bien a llevar la línea de tu personaje,
imaginar cómo será antes o después, ir más allá de lo que haces en el momento
para que puedas ser parte del todo, tener una perspectiva del trabajo para estructurar
una lógica congruente en la trayectoria del personaje y no perderte dentro de
la naturaleza del trabajo. Llevo más de diez largometrajes y no llevo la cuenta
de los cortometrajes en los que participe y aún sigo entendiendo sobre qué va esto.
- - Y ¿cuál es la manera en que desarrollas
un personaje dentro de este contexto?
Dar vida a un personaje es un proceso
que tiene distintas etapas. Mi manera de abordar un personaje es desde el
casting, leo la secuencia y me guio de lo que está diciendo, que está pasando
con él en este momento de su vida, ese es mi primer acercamiento, entender la
situación; después trato de imaginarme los motivos que tiene para hacer tal
cosa. Al momento de hacer la prueba hay que estar abierta a lo que te digan,
porque puedes imaginarte tal cosa y es otra, trato de estar muy alerta para ser capaz de modificarme,
no me caso con mis ideas.
Ya cuando tengo el papel, trabajo en
conocer el contexto dónde se mueve el personaje, leo el guión y sigo trabajando
en imaginarme sus antecedentes para definir sus características, también si lo
requiere me documento sobre el momento histórico dónde se desarrollan los
hechos o hago un poco de trabajo de campo. Me gusta observar a la personas, me
gusta subirme al metro a mirar, voy generando como un archivo de experiencias que me permiten
construir a mis personajes a partir de mis vivencias en el día a día de lo que me encuentro en mi realidad. En Rudo y
Cursi por ejemplo con Toña -nunca me imagine que me iba gustar tanto ese trabajo-, Carlos Cuarón nos pidió llegar
una semana antes al lugar, para agarrar el color, para ir al pueblo y platicar
con la gente para el acento, yo seguí al pie de la letra lo que dijo, encontré a
una señora que fue mi coach, me ayudo, me corregía, al punto de que personas
del crew creían que me habían sacado del pueblo para actuar.
Obviamente se trata de trabajar en
conjunto con el director; en los ensayos voy enriqueciendo con sus puntos de
vista, con los míos, con los que te dan tus compañeros. Después llega el
vestuario y lo integro, sobre la marcha construyo hasta llegar al set y aun estando ahí sigo en la
construcción. Entiendo a los personajes a partir de la experiencia, de ir
probando, de ir fluyendo y de ir acumulando.
- - Y ¿Qué buscas o encuentras en un proyecto
para decidir estar en ellos?
En un proyecto busco disfrutar lo que
hago. Me gustan los personajes que sean complejos emocionalmente, que me metan
en problemas, que estén bien escritos, que me hagan explorar para buscar nuevas
maneras de no repetirme; no siempre se puede, hay momentos donde no puedo
decidir hacer tal o cual personaje, pero si no tienen lo que busco les trato de encontrar esa riqueza. Para mí,
no hay personajes pequeños o malos como tal. En cuanto a las historias me decido
por las que me gustaría ver como espectador.
- - En tu carrera has tenido la oportunidad
de combinar tu trabajo en cortometrajes y largometrajes, ¿es la misma
experiencia para un actor?
En los cortos aprovecho para experimentar,
para probar cosas, para aprender con los compañeros que están iniciandose, he
disfrutado mucho trabajar en cortos. Yo me preparo de la misma manera, no
importa si la ficción dura 5 minutos o 2 horas. Para 72 que dirigió Jorge
Michel Grau (un cortometraje realizado para un canal de cable y producido por
Juan José Campanella dentro del proyecto Fronteras, 2011), fueron dos días de rodaje, el tema fue la migración y la
preparación fue muy intensa, muy demandante, no solo por el argumento, sino por
cómo se trabajo, nos preparamos durante una semana, puede parecer poco tiempo
pero el nivel de exigencia fue muy alto, incluso más que en algunos largometrajes
que he hecho.
- - Mencionas que el nivel de compromiso
en un rodaje es muy alto, ¿qué has aprendido de la experiencia de estar en un
set?
Depende de las circunstancias del set
y de mi presente. Una de las cosas que he aprendido es a racionar mi energía
durante los llamados, a medirme para no agotarme; sino uno corre el riesgo de
cansarse, de agotarse y no estar listo para la acción. Entendí y aprendí a confiar
en mi trabajo, a relajarme -al final es
el principio de todo porque de ahí fluye la energía-. Confío en mi cuerpo,
confío en la sabiduría de mí ser.
Me
pongo en contacto con mi cuerpo, lo reviso ese día, ahorita hago el ejercicio
de relajarme en una silla. A veces necesito estar estirando, otras aislada y
otras veces convivo con los compañeros antes de tirar un toma. Antes de la
acción me relajo es lo más importante, normalmente repaso algunos datos de
circunstancias, trato de llevar un registro de cómo suceden las experiencias en
mi vida, al final nunca nada es lo mismo, pero estoy atenta a cómo esta mi
cuerpo en el presente.
Adriana Paz interpreto a Hilda en Backyard (2009). |
Para
llegar a escenas muy emotivas me imagino lo más que puedo que siente ese
personaje en esa situación; a veces recurro a algo en mi memoria para evocar el
registro de cómo estaba el cuerpo al tener ciertas emociones y que mi corporalidad me ayude a
generarlas cuando las necesite. No trabajo únicamente el día que estoy rodando, yo entreno -trabaje
o no- todos los días. Mi método es ir registrando las sensaciones de mi cuerpo,
para observar los cambios que hay, cuándo
me enojo o cuándo estoy triste o alegre y entender cómo se modifica mi postura
o mi respiración, para poder utilizarlos en el set al momento que me pidan una
emoción.
- - ¿Cómo te relacionas con un director?
Con un director soy muy entrona a lo
que haya que hacer, eso me gusta de esta carrera, estoy abierta a las
sorpresas, me emociona, me gusta pensar sobre que va a pasar.
Intercambio puntos de vista, es muy importante aprender a confiar en ellos, suena lógico pero a veces no sucede, hay que confiar en qué es su
película y casi siempre tienen una visión más grande de las cosas. Un actor es
importante porque es quién da vida a las cosas pero no es el único, uno no
debe de perder de vista que estas al servicio de una historia.
72 Cortometraje de Jorge Michel Grau. Foto: el Galo |
- - ¿Qué opinas de la improvisación?
Sobre improvisar en un set puede
servir, a veces improviso pero me da un poco de miedo, he querido hacerlo un poco
más, es un riesgo que vale la pena; da frescura, es un gran
recurso que depende mucho de la guía, es válido y muy valioso. Le da algo muy
diferente a las escenas, puede ser brillante. En Las Horas Muertas (2012) improvise
una escena, eso le dio un matiz diferente al personaje, una luz especial, de
hecho ahorita que lo pienso improviso más de lo que me imagino pero no me doy
cuenta –risas-.
- - Por último ¿Qué retos vienen en tu
carrera, para ti ser actriz significa?
Uno dignifica su trabajo a donde vaya,
lo respetas al hacerlo bien. Solo puedo
pensar en ser actriz mexicana de una
manera responsable, al ser consciente de mi alrededor. Y eso me gusta hacer, yo
estudie teatro y decidí hacer cine. Quiero ir hacia
adelante, de adolescente entrenaba basquetbol y siempre me gustaba estar en los partidos
por difíciles que sean, me gustaba estar en la cancha, me gusta salir a ganar.
Espero seguir desarrollándome y tener
las oportunidades para hacerlo, me encanta jugar y me encantaría que mi trabajo sorprenda. Quiero hacer bien mi trabajo no
quiero irme sin dejar algo a la gente; soy muy privilegiada de vivir y hacer lo que quiero, lo que más me gusta es actuar, voy
pa arriba y pa adelante, ese será siempre mi reto, seguir avanzando, seguir jugando…
Still de la pelicula Hílda (Andrés Clariond, 2012). |
Ciudad de México Junio 2012
Popotla
La Foto de portada es Cortesía de Fausto Paz.
La Foto de portada es Cortesía de Fausto Paz.
NOTA: El 26 de Octubre de 2013, Adriana Paz gana el premio como Mejor Actriz en el Festival Internacional de Cine de Morelia, gracias a su interpretación de Miranda en la cinta Las Horas Muertas, conviertiéndose en la primer actriz mexicana en obtener este reconocimiento en dicho festival. .
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