Director, Actor, Guionista. Estados
Unidos
" Nunca diré que lo que hago es entretenimiento.
Es investigación, exploración. Es hacerse una pregunta tras otra: ¿cuánto eres
capaz de sentir?, ¿cuánto sabes?, ¿eres consciente de tal cosa?, ¿puedes
manejar tal otra? Una buena película te planteará interrogantes que nadie te ha
planteado antes, sobre cada día de tu vida (...) Una película es una
investigación sobre la vida, sobre lo que somos (...) Me gusta ver cómo la
gente se engaña a sí misma, no cómo engañan a otros. Mi cine hace perder a los
personajes sus ilusiones, romper sus defensas. Hace que se descubran a sí
mismos".
En
este proceso de investigación uno de los
puntos clave, es reconocer a todas
aquéllas personas que han contribuido a desarrollar a la Improvisación no solo
como técnica, sino como una herramienta que ayude a un actor al momento de
trabajar en un set, Jonh Cassavetes (1929 – 1989)
es una de esas figuras que aparecen y que además son emblemáticas dadas sus aportaciones dentro
de la cinematografía mundial. Su nombre remite a un ser que realizo las películas
que quería, al margen del star system estadounidense; su presencia (sinónimo de cine independiente en su país) marco una manera “diferente” al momento de
contar historias. Formado en la
Academia Americana de Artes Dramáticas
de Nueva York, su sólida formación le permitió experimentar y mezclar áreas de su vida profesional, tales como la actuación, la docencia y la dirección.
Fue
al momento de dar clases de interpretación que surge su primer film: Shadows (1959), una cinta que nace a
partir de ejercicios de improvisación con sus alumnos. Uno de los méritos de
esta película es el haber retratado los conflictos de “personajes cotidianos”
con un realismo sorprendente; además de ser una película alejada de los cánones
de producción de la época al ser rodada en un apartamento con muy bajo
presupuesto.
A
partir de ese momento, Cassavetes
incorpora elementos de su visión personal a la historia de la cinematografía; al fundar la New American
Cinema Group (junto con cineastas de la talla de Robert
Altman, Maya Dere y Andy Warhol, entre otros), en este grupo se desarrollaron ciertos
principios que bien podrían retomarse en nuestros tiempos, tales como: la libertad para
definir temáticas entendiendo al cine como una expresión personal indivisible; la
independencia en la manera de realizar, financiar y distribuir un film lejos de
toda censura, del control de los estudios en pos de una mercadotecnia o la
integración de un fondo a partir de las ganancias de sus obras para ayudar a sus miembros a terminar sus películas, son algunos de los puntos declarados por esta asociación en una franca y abierta postura ética frente a sus problemáticas.
"Como artista
siento que debemos intentar cosas diferentes –pero sobre todo tenemos que
atrevernos a fracasar. En los films uno puede fracasar porque no tiene talento,
o porque es demasiado humilde o porque le falta ferocidad. Los que consiguen
hacer algo no son los que se paran a un costado y piden permiso sino los que se
sumergen en las cosas. Lo único que puede hacer un joven cineasta es conseguir
dinero y filmar. Sea como sea".
Se ha
dicho que Cassavetes era un maestro de la improvisación, que sus guiones
no tenían un papel relevante a la hora de la puesta en escena. Aunado al aire “naturalista” que los
actores dotaban a sus interpretaciones en sus películas, ayudo a fortalecer el
mito de que sus cintas eran improvisadas en su totalidad. Sin embargo – a excepción
de Shadows- , todas contaban con un guión. Sobre su manera de trabajar se dice que invitaba a los
actores a su casa, todos se sentaban y leían el guión, unas tres o cuatro
veces. Sin actuar, sólo lo leían en voz alta. En el proceso, el elenco podía o
no cambiar. Cuando ya quedaba fijo, nuevamente los convocaba -a los actores- y
comenzaba el ensayo del texto completo, actuando las escenas, sin cámara, a lo
largo de 3 o 4 semanas.
En
realidad –como se ve-, la relación entre ambas instancias era mucho más
compleja que la simple libertad total que supuestamente podían disponer los actores
en su set, habían lineamientos muy claros en su forma de construir la ficción , La manera en que trabajaba con ellos
se basaba si en improvisar (partiendo de un estudio previo) pues lo
que él pretendía era una búsqueda de la autenticidad, alcanzar ese “instante” donde emerge la verdad oculta; para
ello no dudaba en modificar preceptos o líneas de diálogo en el guión, si estos
cambios facilitaban el acceso al objetivo final, a ese punto desde donde le interesaba mirar las historias, apostando por un cine con menos películas rosas y más cintas del color de la sangre.
Los
aportes de los actores -que podían y debían surgir a partir de su improvisación-,
siempre estaban acotados en límites perfectamente definidos en el guión
original. El hecho que este último pudiera ser “corregido y mejorado” a partir
de esos cambios, no significaba que dejara de existir, más bien era una manera de ir
ajustando la precisión del guión en el desarrollo de la puesta en escena, esto permitía
no perder nunca el rumbo previamente establecido por él como director. En esa
dirección, a su vez, Cassavetes no dudaba en manipular a sus actores (hay
anécdotas de que siempre lo hacía y de múltiples maneras), si con ello lograba un
mayor grado de autenticidad, de verdad en su interpretación.
Hay quién
dice que, Cassavetes nunca filmó historias propiamente dichas, sino
estados de ánimo, filmaba pedazos de vida. Su cine es un cine de atmósferas, de
personajes enfrentados a su propia autocomplacencia que fluyen en torno a lo
que son y lo que imaginan ser, se debaten entre el presente y el futuro. Su cine busca captar el alma y los
sentimientos de sus personajes tratando de descifrar las claves de sus
relaciones, como bien lo dice: “necesito que los personajes analicen en
serio qué es el amor, que lo maten, que lo destruyan, que se hagan daño”.
Algunos críticos y especialistas definen a
Cassavetes como una fuente permanente de
inspiración para directores noveles o de reconocida calidad, tales como los
norteamericanos Woody Allen, Martin
Scorsese y Jim Jarmusch,
los europeos Jacques Rivette y Nanni
Moretti, hasta llegar al japonés Takeshi Kitano, entre muchos otros.
Su filmografía suma alrededor de 70 titulos como director, actor y guionista en su pais.Sin duda, con sus aportaciones logró una bocanada de aire fresco en el acartonado y simplista mundo de Hollywood.
Ciudad de México, 9 de Junio 2012.
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